lunes, 6 de abril de 2020




LO QUE DEJAMOS
         Descubrí que el filósofo también, al igual que yo, hacía trampilla. Salía a por pan y a la vuelta a casa recorría tres o cuatro manzanas de más para retrasar su entrada al confinamiento. Me apenó descubrir el valor de la nimiedad para las grandes personas ¡Y mira que la cosa nos pillaba entrenados!

         Hace veinticinco años era igual. Sólo me recuerdo seguro y tranquilo, una manera de decir, en casa. Siempre a oscuras con el flexo de la biblioteca, silencio y miedo a salir. Era distinto el miedo. Era como más próximo, más físico, menos compartido. Una bala en el cogote, la imagino más dolorosa que un virus infiltrado por los párpados. Nada, pero nada, nadie. Ahora es otra cosa, está todo más repartido, aunque el peligro no es menos real. Pero parece más dulce una convalecencia febril que una paliza o linchamiento. Se lo podemos contar a cualquiera.

Venga. Vamos a apurar el sopicaldo mientras especulamos sobre el futuro.  Habrá quien salga de ésta autoafirmado pensándose superior a otros y por qué no, superior al resto. Entre tanta gente buena, entre tanta humanidad, hay mucho mentecato. Da lo mismo que sean representantes políticos que empresariales u opinadores mediáticos, yo ya me jubilé. Necesidad de que ese mar sea océano de mediocridad e incompetencia.

Venga, hazme una foto. No, no quiero asomar como esos de “aquí mis libros, véalos, véame”. Házmela aquí, mudo patio trasero de cuatro manzanas. Aquí no aplaude nadie, se aplaude a la calle. Es la solidaridad. Sin publicidad no es solidaridad. Es ¡horror! Pobre futuro, lo que será, lo que dejamos. Legamos.

viernes, 28 de diciembre de 2018

ÚLTIMA

EL DIARIO VASCO 28-12-2018


Que para qué tengo que decir nada si nadie me va a hacer caso. Suele ser un golpe directo a mi hígado. No se cura el golpe ni haciéndole saber que cuando anuncia pescado para la cena nos evaporamos todos, porque nos suena a ingesta nutriente obligatoria y no a sabrosa cena en cálido ambiente familiar. Soy incorregible y siempre tengo algo que decir, siempre, y ese no callar puede producir vergüenza y sonrojar a los seres queridos. Y sigo con la columna, que no se diga.
         He desparramado cientos de columnas por esta sección. Me asaltan un sinfín de preguntas ¿Por qué? ¿Para qué? ¿quién me he creído? ¿Para quién? Para nadie, quizás. Pero me sigue costando callar algunas cosas que pienso ¿o es exhibicionismo? ¿egolatría? No lo sé. Dudo. Dudo y pienso que si en lugar de cientos de razones, las mías, no habrán sido más que una única razón cientos de veces repetida. Probablemente sea esto último, pero uno no está libre de ser sometido por sus quereres, por sus temores, por sus aspiraciones. O sea, que ya me conocen.
         En cualquier caso, como prueba de que gente buena hay en todos lados, no puedo pasar por alto el respeto y las expresiones cariñosas de los lectores. Nunca les agradeceré lo suficiente que no se hayan sentido castigados ni ofendidos por mis palabras, y que hayan hecho ímprobos esfuerzos por comprenderme. Todos merecemos comprensión.
         Hoy, último viernes del año, es esta mi última columna. Este mismo día de hace un año nos dejó Berrio por el New York Times. Hoy lo hago yo, que, sin superar el ámbito de la lengua castellana, barajo alternativas que, una vez dilucidada la cláusula del euskera, andarán entre Orígenes y Lunes de Revolución. Es lo mío. ¡Viva la gente buena! Es mucha.

sábado, 22 de diciembre de 2018

AZKEN BIGARRENEZ

EL DIARIO VASCO 21-12-2018


Zortzi urte pasatxo joan dira gaztelerazko periodiko honetako txokote honetan idazten hasi nintzenetik. Egiak sinestu baino geuk asmatutako egiantzeko gezurrak irentsi nahiago duenari arraro egiten bazaio ere, bi hizkuntzetako edozeinetan idazteko aukera eta askatasuna eman zidaten. Nola eskertu ez dakidan pribilegioa dudala sentitzen dut. Gazteleraz gustura idazten dut eta jendeak erraz irakurtzen du. Euskaraz, tentuz baina, oso gustura idatzi izan dut. Jendeari zailago egin izan zaio euskaraz irakurtzea.
Ordutik hona ziento erdi bat baino zutabe gehiago jarri ditut euskaraz orrialde honetan irakurlearen begietan. Errezeloa izan dut gehiegikeriatxo bat ez ote nuen egiten zutabea euskaraz argitara emanda. Gazteleraz behar zukeen espazioa ez ote nintzen eskubiderik gabe lapurtzen ari, periodikoaren berezko irakurlea, irakurmenez behitzat, erdalduna dela ziertotzat emanaz.
Jendeak baina, txunditu adina hunkitu nau. Neurtu eta kontsolatu ahal izan ditut jende zintzoek bi hizkuntzetako gaitasunari dien begirunea eta mira, enbidia sanoa. Bihotzez eskertu izan izan dut zer begirunez ulertu didaten eta sentitu duten nik, neure ustez, lapurtzen nien zati horrekiko kontsiderazioa. Nola eskertzen zidaten gazteleraz idatzia eta nola sentitzen zuten euskaraz idazten nuen hura ezin irakurriaren pena. Nola esaten zidaten nahiz eta kosta, nahiz eta ezin izan, nahiz eta ohiturarik ez izan, euskarazkoa ere irakurtzen zidatela, batzuetan, gainera, osorik.
Egindako min txiki horien, ezarritako zailtasunen, ulertu gabeko ezinen barkazioa eskatzeko eguna da, eskaini dizkidaten pazientzia eta begirunea luzez eskertzeko parada. Azkenbigarrenez ere, euskaraz.


viernes, 14 de diciembre de 2018

LUCAS 2, 7

EL DIARIO VASCO 14-12-2018



Aburrirme a mi es casi imposible, cabrearme, por el contrario, me temo que es cada vez más fácil. Y así vivo, con dificultades en aumento para discernir el cabreo del aburrimiento. No siempre es vida. Vida era aquella en la que nos creíamos a pies juntillas el relato. Cantábamos villancicos con pasión, “hau da fortuna heldu zaiguna! Gloriosua da gaurko eguna!” los había de chicos y de chicas, e incluso llegamos a cantar alguno en castellano “…cual capullo delicado, entre abrojos escondidos en Belén, hoy, ha nacido la más bella y tierna flor. Entre pajas, niño mío, sollozando…”
         Hoy que desparramo agnosticismo, nada me ayuda el descreimiento. Amanezco entre chamarileros y feriantes, comerciantes y mandangas en una ciudad que no quiere serlo. Lucecitas y castañas, gentes sin principio ni fin. Compre usted algo. Personajes míticos, en calles y vitrinas reyes magos, papanoeles, klauses, olentzeros, domingis y antónimas, y viceversa. Uno tiene la impresión de que no tiene más opción que asistir a la pueblerina concentración de personajes mitológicos, saturnos postmodernos, o al incasable amotinamiento y amontonamiento de pensionistas a vista de noria. Entre tanta ramplonería además de la fe se han perdido buenas costumbres y poder adquisitivo, aquellas compotas, aquel besugo.
Alguien ha hecho desaparecer mi biblia de consulta. He tenido que echar mano de otro ejemplar. Nácar-Colunga. “Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón” (San Lucas 2,7). Ha sido mi acto cultural navideño. No se me entusiasme el cristiano, porque no es cuestión de fe, lo es de nivel cultural. No había opción.

viernes, 7 de diciembre de 2018

6 AL 8

EL DIARIO VASCO 7-12-2018


Son una verdad objetiva el desarrollo y progreso social que hemos trabajado y logrado en el marco legal con que nos dotamos hace cuarenta años, obligatoriamente reformable y mejorable. No hice bien votando que no en el referéndum constitucional. Navarra fue mi excusa. ¡No hay diferencia, ni nada, con la anterior cuarentena! Pero hay gente para todo. Hoy, no sé si sorprendido o airado, contemplo cómo muchos paisanos míos anteponen un paisaje lleno de esencias y destinos en lo universal a una ciudadanía activa acogida y adaptada a derechos que ni éramos capaces de imaginar. Ayer, hubo gente, y empresas, que se negaron a celebrar la conmemoración y acudieron a trabajar, en protesta de tamaña imposición, desobedeciendo festividades de carácter extranjero. Extraña cómo aquellos que no tuvieron valor para el voto negativo afirman sin el mínimo sonrojo que los vascos rechazamos la Constitución. Vuelvo a decirlo, el que suscribe dijo no, los que no lo hicieron ellos dirán, pero no fue no.
Está claro que aquí lo que nos va son las fiestas de precepto, aquellas de misa obligatoria. Comemos, bebemos y holgamos al son del santoral, de los dogmas de fe y del verbo latino eclesiástico asimilado. Es difícil entender cómo aquellos que ayer trabajaron paseen mañana por nuestras calles y montes, con indumentaria ad hoc, sin que entiendan, o sin que les importe, que se les haya impuesto la fiesta porque María, la madre del nazareno, fue concebida sin pecado original. Asunto este muy peliagudo, básicamente por razones de fisiología, más que por la razón de que sea un dogma español por excelencia.
Esos europeos que proliferan con más miramiento a las creencias que respeto a los derechos...

sábado, 1 de diciembre de 2018

ALDEALDIAN

EL DIARIO VASCO 30-11-2018


Aldia amaitu eta euskararen bizitza errealak jarraituko omen. Gauza askotarako parada eman digu. Ez dut txaparik jantzi, ez dut jantziko. Ez naiz kilikolo eta ezinean dabilenari bere egiak, esan nahi badizkit behintzat, entzuteari uko egingo diona euskara hutsean aritzeagatik. Dakizkidan guztiak, ia bat ere ez, jarriko ditut esaten eta ulertzen ahalegina egiteko. Nigatik, libre da jendea nahi duen hizkuntzan hitz egiteko. Pertsonekiko eta ideiekiko errespetuz eta begirunez egitea beste baldintzarik ez dut jartzen. Hala ere, eta zergatik ote?, nabilen eguneroko jendeak, ez derrigor militanteak, euskaraz zuzendu ohi dit, gehienbat, lehen hitza eta jarraiko esaldi erdia ere. Jende atsegina da, borondate txarrik gabea, keinua aintzat hartzen ez dioguna.
         Disparateen antologia baterako ere eman dute atxikipenek. Euskararen alde dago jendea, euskararen erabileraren alde. Baina zer pentsakera duen askok! Lotsa adina beldur ematen dutela esango nuke. Izan da kanpainan guztiak alde egotea molestatu duela dirudienik. Izan da bere nobeletan, gaztelerakoetan, zer arraiogatik sartuko dituen euskarazko esaldiak galdetu duenik, gauza jakina duelako berak nekazariek euren artean euskaraz hitz egiten dutela. Ez da falta euskara ikasteko “los libros en euskera eran aburridos, pero me los tragaba para aprender” esan duenik, orain berak idatzitakoak jainkoarren onak balira bezala.
         Hamaikaldi zorionekoak, asteartean izango du hamabigarrena. Zein edo zer galdera egin behar dizkiogu geure buruari egin dena probetxurako izan den ala ez jakiteko? Zein neurritan merezi izan duen baloratzeko, aurrez erantzuna emandako galderekin ez jarraitzeko, ondradutasunezko euskal hitzak elikatzeko.

viernes, 23 de noviembre de 2018

INJURIOSOS

EL DIARIO VASCO 23-11-2018


Me irrita la frecuencia de uso de la palabra facha y la ligereza con que se suele pronunciar el calificativo. ¿De cuántos escritores, intelectuales, representantes políticos y de personajes públicos no hemos oído decir que son unos fachas? Es la manera más contundente e irracional utilizada para evitar un debate razonado o un diálogo razonable. Si nos atuviéramos a la intención de quienes sueltan el calificativo deduciríamos que la academia de la lengua debiera modificar las acepciones de la palabra y sustituir aquella que significa fascista por una que se limitara a indicar que es palabra usada para calificar a alguien a quien se profesa gran antipatía, mal motivada y generalmente por gente indocumentada y arbitraria. A pesar del reaccionarismo cabalgante no hay tanto fascista entre nosotros. Es un adjetivo demasiado serio para soltarlo de cualquier manera y ante cualquiera. No merece esa frivolidad todo el daño sufrido.
Y ahora se nos ponen de moda golpista y racista. No me creo yo que nuestros parlamentos sean una covacha de fascistas, golpistas, y racistas. ¡Ah! Se me olvidaba, ni de machistas. Pero antipáticos empiezan a caer un rato largo todos aquellos que hacen que el diálogo político sea una sucesión de insultos y ofensas macarras y barriobajeras. El congreso de los diputados da vergüenza, por cierto, no más que su émulo, nuestro parlamento autonómico, cuando sus señorías se entretienen jugando a ver quién la suelta más grande o más sucia.
Cuando nuestros representantes vieran que flaquean ante su audiencia, que sus argumentos pasan desapercibidos, que su discurso aburre, nos harían un favor callándose educadamente antes de empezar a ultrajar con insultos necios o latiguillos patrioteros.