viernes, 27 de julio de 2012

TRA... QUË?

EL DIARIO VASCO 27-07-2012

Creo que no hemos sido educados para la práctica de la libertad religiosa y que eso se nota. Diré más, creo que si observamos con cierta atención, la mayoría de las invocaciones a la libertad religiosa se producen en contextos donde, por hache o por be, alguien se atreve a poner en cuestión, la quasi exclusividad, la preponderancia y preeminencia de los ritos católicos más que el propio catolicismo.
            Durante tiempos he combatido esa fusión cívico religiosa que se produce en nuestros rituales de fiestas mayores, y no tan mayores, y he defendido la separación  iglesia/estado hasta plantearlo casi como confrontación entre ellos. Creo no haberme equivocado salvo en la modulación de ese discurso, en la adecuación a los tiempos. Los hechos, tozudos, demuestran que mi plática no tiene aceptación social alguna. Me parece recomendable que las autoridades políticas acudan a las invitaciones de colectivos y eventos sociales de todo tipo, incluso si estas son de la iglesia o para una misa, y que sean tratadas con etiqueta, pero soy radicalmente contrario a que acudan con txuntxun, comitivas, bandas o en procesión.
            Mis expectativas sobre la materia en los nuevos tiempos políticos se han frustrado del todo. Las ha frustrado ese nuevo ritual sacado de la manga con las autoridades políticas acudiendo en comitiva a la función y plantándose en la puerta de la iglesia. La irreligión es una práctica más de la libertad religiosa, pero hacer el ridículo debiera ser inaceptable y no llamarlo fiesta ni tradición.

viernes, 20 de julio de 2012

AZUL


20-7-2012 EL DIARIO VASCO

           Dijo behi urdina y entendimos que quiso decir que en su caserío tenían una vaca azul. Nos reímos de él hasta reventar y no parar. No había todavía envoltorios de chocolate que indujeran a nadie a esa confusión, era que estábamos asimilando nuestra gama de colores a la lengua castellana y desconocíamos que urdin, para rostros exclusivamente azul, tenía más significados, que andaba más cerca del gris que del azul. La literatura nos hizo entender lo que no le entendíamos al compañero de escuela, ilea urdindu, salirle canas. Como en el tango, platearle la sien.
         Desde entonces sé que el nombre de los colores es una verdad que no dura un minuto y que la palabra, la sugestión y el respeto a la autoridad no deben de prevalecer en nosotros sobre la fe. Nunca he creído que todos los mares del mundo no sean azules, salvo el Rojo y el Negro que, precisamente, se llaman así por no ser azules.
         Alguien, con fortuna, dijo que el mar era azul y en eso hemos quedado, acuerdo por unanimidad. Nunca he visto un mar que no fuera azul, nos enseñaron a verlo azul y la literatura lo ha azulado más todavía. Por lo tanto nadie miente, es azul en verdad, ese es el mérito del poeta. Si alguien afirma que el mar no es azul corre el riesgo de que todos, como siempre irreflexivamente, se le echen encima y duden de su cordura. Pero deberían de acercarse al palacio de Miramar y observar nuestro mar, verlo azul es como el extraordinario de la lotería, nunca me ha tocado. Será así de azul. La vida es creer, o decir que se cree.

viernes, 13 de julio de 2012

CICLISTAS


EL DIARIO VASCO 13-7-2012

            De pequeño, hasta bien mayor, aspiraba a ser ciclista aunque fuera malo, pero ciclista. Maillot, culottes y bici reluciente. Cuando aquí solo se cotizaban los escaladores mis preferencias iban por emular a los routiers, sprinters y pistards. Hubiera dado la vida por ser medio Perurena. Soñaba con esprintar hasta la raya con medio milímetro de ventaja y caer extenuado, pero aparatoso, a los pies de la amada, roto, pero orgulloso y triunfante. Resulta que la naturaleza nos dota para lo que no pretendemos y uno tiene que vivir de contarlo.
            Er, Or y Ur destacaron en las pedaladas de la cuadrilla y tuvieron el mismo sueño que yo. Er y Ur se pusieron maillot y culottes cuando un maillot no se lo daban a cualquiera y consiguieron ser ciclistas. Er tuvo una larga carrera y protagonizó numerosos triunfos, todo un ídolo. Ur duró menos. Al poco de arrancar cada carrera empezaba a rezagarse y echar mano de la cuadrilla, que para eso se hacía uno ciclista, para tener asistentes y mantener una dieta que su peña le aconsejaba y costeaba. En la cola del pelotón se oía el grito de Ur, ¡plátano!, y empezaba a gestarse el fracaso deportivo. Cuando se acababan los plátanos Ur se retiraba, le resultaba imposible seguir.
            A Or, en cambio, en casa no le permitieron hacerse ciclista a pesar de que lo intentó. “¿Te imaginas, ama, los martes, en el mercado de Azpeitia y pasando por la plaza mientras la gente te señala diciendo: mira, es la madre de Or el ciclista?”. Entre la policía y los profesionales médicos nos han roto la leyenda. ¡Por una pastillita de más! 

domingo, 8 de julio de 2012

MILA ORDAINTZE


EL DIARIO VASCO - 6-7-2012 
           Copago hitz berria omen da gazteleran, eta ondo osatua denez zuzena omen da bere erabilera. Lasaitzen gaitu. Baina zer esan nahi du? Abiarazi duenak zer esan nahi digun badakigu,  oraindainokoan espresuki ordaintzen ez genuen zerbait zati batean bederen ordaintzen hasi beharko dugula. Gainerako guztia eztabaidagai da. Nahiko dirurik ote dagoen ala ez, lehenaz gain behar genuena, eskuinak, ezkerrak eta abar.
         Eztabaida euskarara ekarri dugu, nola esan? Ordainketa partekatua ala berrordaintzea daude erabilitakoen artean aukeran. Bakoitza nahi duen eran esateko libre da, ulertua izateko kondizioan, baina harrigarriak dira “dakitenek”, itzultzaileek, erredaktoreek, zenbait prentsak, ageri agerian izan dituzten zalantzak. Konklusioa da inor ez gaudela maliziatik libre.
         Esango nuke ofizioa norberea eta hizkuntza guztiona dela pentsatzen dutenek ordainketa partekatua edo kopagoa bera aukeratu dituztela eta gainerakoek, hizkuntza berea eta ofizioa guztiona dutela uste dutenek, berrordaintzea esatea erabaki dutela.
         Berrordaintzea esateko arrazoiak ez dira falta, zeren osorik ez bada ere berriro ordaintzen baitugu sistema horrekin. Kiroldegiak, garraioak, antzokiak, kultur ospakizunak, horiek ere berriro ordaintzen ditugu inork berrordaintzea deitu gabe. Zilegi bekit, beraz, itxura guztien kontra, berrordaintze hitzaren aldekoek kobratzailea dutela buruan pentsatzea, eta hau beren gogoan edo sokan biltzen  dena bada inoiz ez dutela berrordaintze usterik izaten edo izango milaka aldiz pagatuta ere bidesaria, peajea edo dena delakoa.