viernes, 26 de octubre de 2012

DIOSTEGI

EL DIARIO VASCO 26-10-2012


         Okerrera eta txarrera emanez gero ez dago naturan gizakia baino gaiztoagorik. Egoskorrean aritzen gara marka hautsi eta marka hautsi noiz txarrago, noiz gaiztoago, erremediorik gabeko gaizto berezkoak garela uste izateraino. Baina gauzak gertatu eta konturatu egiten gara, aukera eman orduko, eta edozein zirrikitutatik erakusten dugu pertsona garela. Aipatuko ez ditudan aste honetako bi gertakizun dauzkat gogoan, eta hemen hauetan ere zibilizatu izaten badakigula etorri zait burura, eta horrekin batera Txirritak Diostegiri bota omen zizkion bertsoak.
         Bergarako besarkadaren ondoren karlisten armagabetzean Diostegik fusila nahiago izan zuen haren truke ematen zioten duro zilarra baino  eta fusil eta guzti ekin zion etxerako bideari. Artzain bati eskatu zion etxerako bidean laguntzeko. Honek ezetz esan zion eta fusilarekin apuntatuz derrigortu zuen bidea erakustera. Lepatxikira iritxi eta Fagollagarako bidea ikusi zuenean artzaina hil egin zuen. Ez zuen inoiz heriotza horren zigorrik jaso zahartzaroan Txirritaren bertso hauek entzun ez zituen arte:
Laurogei urte pasatu ditu dirudiela etsaia,/ orain bi hankak arrastaka eta burua soiltzen hasia / gizagaixoak badu beregan makina bat desgrazia,/ ez dago garai batean bezain harroa eta lasaia,/ beste munduan ikusiko du hemen hil zuen artzaia.
Kulparik gabe bota zenion fusileko kargazoia,/ gizon gaixoak haserretzea, ez al zuen arrazoia?/ deabru zaharrak aditzen dute zure arimaren usaia,/ heriotzaren etor beldurrak estutzen du lasaia,/ zu baino gizon formalago zen zuk hil zenuen artzaia.

viernes, 19 de octubre de 2012

¡A POR ELLOS!

EL DIARIO VASCO 19-10-2012

         Contaba su experiencia, hasta entonces creíble, la políglota ponente y manifestó que había dejado de leer a determinado autor desde que éste se había metido en política, que ella leía a Isabel Allende. La crítica presta al relegado un reconocimiento unánime y estudiosos canónicos clasifican a la señora Allende como autora de novelas rosas de gama intelectualizante. Por mucho que sea cuestión de gustos suena arbitrario y caprichoso y el recelo se extiende sobre todo el contexto. Con todo, más sintómatico y preocupante me parece la causa que el efecto, no sus actitudes políticas sino el hecho de meterse en política. Los sobreentendidos de la expresión meterse en política o simplemente un enunciado que rece “los políticos” me enervan, en todas las acepciones de la palabra.
         No son tan lejanos los tiempos en los que dicen que se vivía bien si uno no se metía en política. Algo similar sucede hoy que en casi todas las situaciones adversas, y todo es adverso, no sabemos encontrar otro responsable que no sean los políticos, es decir la política. Lamentable coincidencia con los totalitarismos y más concretamente con la dictadura franquista, de la cual hubo que huir a base de política. Todos deberíamos pensar por qué no nos sentimos incómodos en actitudes que en el fondo no dejan de ser, también, franquistas.
         Se merecen toda la buena suerte del mundo los ciudadanos que, a pesar del prejuicio, se atreven con la contienda electoral con ánimo de restituir la dignidad a la política y ser rectos políticos, por todos ellos. Nos los merecemos.

viernes, 12 de octubre de 2012

RAZONES


EL DIARIO VASCO 12-10-2012
         Hay agitación en Cataluña. En el resto de España se la percibe como un terremoto. El sismógrafo no para y acentúa los gráficos. En el País Vasco, foco continuo de tumultos y sismos de ese tenor, obligados por prescripción electoral a decir la verdad, u ocultarla, apenas se siente. El cansancio, la angustia, la vorágine, puede que nos vuelvan un tanto insensibles.
         Quiero entender lo de Cataluña sin tener que vérmelas con un amontonamiento de indocumentados que me den una razón, pues no quiero una razón única, quiero varias. Los que  contemplan una única hacen exhibición de su legítimo deseo y de las ganas de ignorar la realidad, es lo que les pierde. Algo parecido les sucede a aquellos catalanes amigos míos, buenos amigos míos y del País Vasco, que tienen una facilidad extraordinaria de entender de lo nuestro y en consecuencia de instruirnos con el manual de una digna salida. Siempre me he preguntado qué sería de nuestros cordiales lazos si es que Aragón no estuviera entre medio para que estos sean bien largos. Me asusta tener que responder en público y me dan envidia, solo a veces, quienes no padecen ese temor.
         Ha sido estos días y en sede universitaria. Una eminencia catalana participaba en un debate, no muy fogoso pero sí de tono ascendente. Alguien jaleó exigentemente y en euskera a un asistente vip. La eminencia catalana se interpuso y manifestó no entender euskera ni lo que se había dicho pero que le parecía que… No tuvo turno el vip y yo me encontré con una prueba palpable de mi tesis. A pesar de mis amigos, todavía amigos.

viernes, 5 de octubre de 2012

TRADUZCA

EL DIARIO VASCO 5-10-2012


         Cuando una explicación es peor que la decisión el problema empieza a ser gordo. Cuando una cosa se explica más bien mal y se entiende más bien peor, no es que el problema sea gordo sino que es de solución imposible. Relativicémoslo y digamos que la bondad o maldad de las explicaciones es un asunto subjetivo y una cuestión de opinión y de voluntad. La subjetividad es buena pero no nos ayuda a salir del embrollo.
     Dice nuestro gobierno foral que ha dado noticia de compromisos que materializa en el ámbito del euskera. Entiendo que en ellos hay propuestas dentro de lo razonable, por discutibles que sean, y derivadas tóxicas que desbordan el alcance de la discusión. Quienes ejercen su derecho a no entender han desatado a todos esos demonios que nos persiguen con desafuero. Quienes no necesitan entender se regodean con la licenciosa satisfacción que les produce el cabreo de sus opuestos.
       Y en medio los que no queremos morir ahogados en este maniqueísmo que nos inunda e invade. Me niego a interpretar una sociedad nuestra dividida entre partidarios de una lengua u otra, es falso. Prefiero convivir con grupos humanos, cada uno en su pleno derecho, con dificultades y facilidades de entendimiento, con destrezas, torpezas e impedimentos lingüísticos y sus penurias y debilidades humanas y personales. En ocasiones me gustaría ser un sin lengua, sordo y mudo, solo para evidenciar que otros supuestos tienen derecho a ser contemplados, pero no caerá esa breva y de cuando en cuando mi melancolía se hará verbo, una desgracia, y habitaré entre vosotros.