viernes, 25 de enero de 2013

EN PAPEL

EL DIARIO VASCO 25-1-2012

         Y es como si hubiera sucedido lo peor, efectivamente por reyes le echaron un libro, un libro electrónico. Se desencadenaron las reacciones. Todo menos mostrar ante la gente el alelamiento ante un cachivache que nos atrae a sus mandos como sirena al marinero abducido. Lo mismo le había pasado con el móvil y ahora no puede dormir sin el whatsapp. Dijo bien alto que era absolutamente incondicional del libro en papel.

         Tras la aclamación, se desencadenó un torrente de comentarios en defensa del soporte libro y un desfile interminable de lectores sólo en papel. Hablaron hasta los del Marca que, todo hay que decirlo, son los que menos leen. Al hilo, alguien habló acertadamente sobre la conspiración mundial contra la lectura, del cierre de librerías,  de la poca inversión en bibliotecas y de eso que decía Juan Cruz de la idea que nos están infundiendo de que leer, al fin y al cabo, no es tan sustancial para vivir y que además es caro.


         Llegado el momento, cándido yo, llegué a identificarme con casi todo lo que se decía en ese furor simuladamente lector condenado a todo tipo de privaciones. Por mucha razón razonable y de compromiso obligado que venía incluida en la pose lectora empecé a pensar que estábamos al borde de la blasfemia contra todo lo que es modernidad, que no todo tiene que ser como en los viejos sermones acerca de la obscenidad del cine. Paré y me pregunté acerca de la sarta de antigualladas reaccionarias que se tuvieron que oír cuando la imprenta de Gutenberg echó a andar. Avergonzado doblé la cabeza para leer.

viernes, 18 de enero de 2013

¿RAPATA QUË?

EL DIARIO VASCO 18-1-2013

         Anteayer salíamos de cuentas en la espera de ser ascendientes de una prole ya de tercera generación. Nuestra sangre se ha mezclado con sangre de otro continente y otras lenguas, va a dar a luz a la que en adelante será objeto máximo de nuestros afectos y cariños, a la que, verás como sí, será el ser que más nos quiera en el mundo. Hacemos abstracción del panorama de la generación de los nuevos padres, nuestros hijos, de la generación de una precariedad inaudita. Juramos ser felices a pesar de los pesares y algún día la felicidad, y no otra cosa, nos invadirá e inundará. Nos la hemos ganado.
         Entre tanto llueve, llueve sin parar y hace daño, a los rumanos del campamento de Astigarraga más que a nadie. Dios avisa primero a los débiles, empieza por lo más fácil, ¡que tío!. El polideportivo lleno, sin deportes insolidarios no hay aplausos. En contra de lo que se dice es la primera vez que los rumanos juegan de local, “Rumania 1, Visitante 0” debería de decir el electrónico.
         Para no ser menos se nos ha caído el caserío encima, con cuñados y todo. La bebé de tres meses ha salido sin zapatos. La tierra ha tragado los discos más queridos, las flores de las ocasiones familiares, todos los pagos a los sudores de la vida, todos los recuerdos que una vez inventariados solo pervivirán en la mente y en las palabras. Hay quien piensa que lo único que nos diferencia de los rumanos es la oficialidad europea de la lengua, esa que no tenemos. Hoy empieza el futuro que deseamos trazarnos sin que ningún dios ni mala ley nos lo imponga con sus designios. Vamos.

viernes, 11 de enero de 2013

DESCABALGAR

EL DIARIO VASCO 11-1-2013

         Los Reyes, como vinieron, se fueron. Lo que nos han dejado se puede llamar de cualquier manera menos regalo, ¡qué panorama! Ni regalado. Esto es extensible, cualquier cosa antes de discriminar, a Olentzero, Papa Noel y demás klauses y nicolases, generosos todos ellos. Dan ganas de correr detrás de ellos, capturarlos y traerlos, para que vean que para repartir miserias y rencores no hace falta ni caballo, ni pipa, ni capa, ni disfraz de grandes almacenes. Le entran a uno ganas de ponerse a gritar, sin esperar más, que viva el nuevo gobierno, pero íbamos a otra cosa.
         Ahora entiendo lo de aquel tío que contaba a su sobrino como peleaba, sin faltar ningún año, con Olentzero para arrebatarle los regalos. Las peleas y las broncas eran titánicas y así las difundía el sobrino como secreto entre sus compañeros de clase, como las historias de un mal tío que sin embargo peleaba por él y por los suyos con el mítico superpaisano Olentzero.
         Aparte del impresentable de su tío el chaval tenía bastantes tías, aficionadas todas a lo correcto y a lo didáctico, dadas al regalo útil y educativo. Solía agradecer estos regalos también en secreto, disimulando su entusiasmo, pero la rutina empezaba a ser algo tediosa, a él le empezaban a gustar cosas de jugar para nada. Fueron aquellas célebres navidades, seis o siete años, que barruntando que el nivel del banquete y de las voces de los comensales lo permitía pensó añadir una lindeza más a la de los adultos. Soltó aquella frase referida a uno de los magos. ¡Como me traigan un libro los tiro del caballo!

sábado, 5 de enero de 2013

DESNUDOS


 EL DIARIO VASCO 4-1-2013
           Mi compañero de trabajo está convencido de que siempre sorprende a la médica en sus visitas exploratorias. A la vista del cuerpazo y de la excelencia analítica que presenta, la doctora acaba pensando, consulta va consulta viene, que se encuentra ante un cuerpo de bombero y mi colega se ve obligado a confesar que aquel torso, aquellos músculos, aquella pieza, en el colmo del desperdicio, es un cuerpo de traductor, oficio viejo y de dudosa reputación.
            Nadie que no hubiera contemplado los castos desnudos de de gente de profesiones castrenses y aledañas debiéramos saber, sin causa justificada, como son esos cuerpos. Pero ellos, abnegados y sacrificados, lo han sido hasta mostrarse desinteresadamente en bolas y desparramar sus curtidos desnudos en hojas de calendario, eso sí, siempre por una causa justa y de mucha y urgente necesidad. Es una heroicidad, nunca reconocida, la de la señora que se desnuda y exhibe su mortal necesidad para comer, vestir y educar a sus criaturas y por extensión la de los que lo hacen por esas causas justas no enumeradas aquí por problemas de memoria pero que dejaron un recuerdo gráfico imborrable.
            La bondad nos ha inundado y empiezan a abundar colectivos de madres que componen un calendario con sus desnudos, por el autobús escolar, por el nuevo colegio, por lo que sea. Gente desesperada hasta el despelote. Tanta, tanta bondad, empieza a desbordarnos y nos tememos que en nada, mierda de crisis, empiecen a faltar las necesarias causas justas que colmen nuestro inmenso y sacrificado deseo de desnudarnos.