viernes, 31 de mayo de 2013

YO EXHIBIDO

EL DIARIO VASCO 31-5-2013

         Negar que quienes escribimos y publicamos sacamos a relucir nuestro ego algo más que la media de los mortales sería negar la evidencia. Pecamos de ego, si tenerlo es pecado, y quizás también de una ingenuidad y candidez mayores que las que se nos supone, también en dosis superiores al común de los paisanos. Podemos decir por qué escribimos y por qué publicamos, pero explicarlo es otra cosa. Puede alguien pensar que por irrefrenables impulsos que desembocan en el más puro exhibicionismo. Llegados aquí, discrepo.

         Me cuesta hacerme entender, a esta dificultad mucha gente le achaca intencionalidad y voluntad de marcar distancias desde una pretenciosa superioridad, falso. No hacerte entender, porque no alcanzas a explicarte o no alcanzan a entenderte es un drama. De ahí que intuyendo que lo que se dice, o se baja a la vida real o costará asimilarlo, uno habla de sí mismo y de experiencias vividas en carne propia,  prueba irrefutable de veracidad en lo que se dice, y cae en la más pura indefensión ante fundadas pero erróneas acusaciones de exhibicionismo. Para mí nada es más cierto que aquello en el que yo mismo me pongo como prueba y testigo.


         Pero el drama se vuelve del todo insoportable cuando un lector te dice que no te ha entendido e intuyes que lo que le gustaría decirte es que no es solo que no esté de acuerdo con aquello que no ha entendido si no que está absolutamente en contra. Y ya es de suicidio cuando tildan de lírico a tu lenguaje o te llaman poeta. Yo he solido insultar a la gente llamándole poeta. Yo mismo, y no es ninguna exhibición.

viernes, 24 de mayo de 2013

PARÉNTESIS INFINITO

EL DIARIO VASCO 24-5-2013


         Me equivoco cuando me siento capaz de acotar con cierta precisión los períodos negros de mi vida, los años de suplicio, los meses de dolor y los días de castigo. Con todo, es seguro que todo ha sido mucho más largo de lo que nos merecíamos. Ya para entonces los nubarrones de la violencia flotaban sobre mi y sobre mi campanario, pero entendía que algún atenuante podría salvarme y que en el bando de la inquina alguien podría considerarme respetable y meritorio en algún grado.

         Un buen día se supo que Balentín Lasarte, a quien frecuenté y traté, era componente de un comando asesino. Se hundió mi frágil mundo, se desmoronó mi afable relación con su familia. Ante mí y los míos declaré que mi período de hipotética gracia se había acabado y percibí que mis méritos no serían tenidos en cuenta, que dejaba de ser persona para ser sólo un cargo cien por cien ajusticiable y ejecutable. Se abrió un largo paréntesis.

         Estos días he visto a Balentín en prensa y medios, demasiados y no todos con ánimo informador, al aire libre y en cumplimiento de condena acudiendo a un cuartel de la guardia civil. Obvio contar el temblor de espinazo que me invadió y me dura. No puedo hacer lo mismo con toda aquella gente indignada, herida u ofendida. Entiendo aquellos sentimientos y resentimientos que, por fortuna, no tienen que ver con la justicia. Y tengo la impresión, lo tengo que decir, de que mi largo paréntesis, tal como se abrió, empieza a cerrarse, que necesito que se cierre. Duele.

viernes, 17 de mayo de 2013

INMIGRANTE


EL DIARIO VASCO 17-5/2013

         Para la Academia de la lengua inmigrar es dicho del natural de un país: llegar a otro para establecerse en él, especialmente con idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas. Para la de la lengua francesa ídem e inmigrante es quien lo hace. Para Euskaltzaindia inmigrante significa lo mismo pero en segunda acepción, en su primera significa persona desconocida que viene de fuera, y para algún otro es aquel que llega de fuera al lugar del hablante. Sea lo que fuere es palabra con poca carga positiva y, por tanto, no muy agradable de sobrellevar.

         Llama la atención el honor que la ciudad de Nueva York ha rendido a su primer inmigrante, llegado de La Española en 1613 y apellidado Rodríguez, dedicándole una calle. A saber las connotaciones que la palabra inmigrante tiene para un neoyorquino, temo que lo que entre ellos puede suponer un honor, seguro que de poca renta, un poco más al sur puede resultar una indisimulada acusación de genocidio, con la rara sensación que produce eso en boca de descendientes directos de los supuestos genocidas a quienes no salieron medio paso de su pueblo ni en la desesperada busca de novia.

         El inadecuado uso  de lo políticamente correcto suele delatar a quien lo hace. En los primeros años de nuestra democracia un partido político azpeitiano, a la búsqueda del voto inmigrante, remitió una carta a determinados apellidos y esta rezaba: “querido inmigrante.” Recuerdo que Aguado, goiherritarra de nacimiento y vascófono integral, la recibió y se cabreó como si le hubieran llamado genocida. Otro monumento.

viernes, 10 de mayo de 2013

AHOGADOS

EL DIARIO VASCO 10-5-2013


         Me pregunto a ver si lloraron, si se dijeron algo… me pregunto cómo y por qué se metió en el canal aquel Golf con un padre recién viudo, en la cuarentena y deprimido, con  una hija de doce años con síndrome de Down. ¿Qué se dirían al montar? ¿Entrarían enfadados? ¿Entrarían contentos como si fuera un juego? Quizás montaron de forma absolutamente rutinaria. Quizás pidieron o dieron explicaciones por ir, por ejemplo, por una ruta que no les era nada habitual. ¿Se sonrieron en el camino? ¿Se dijeron cosas? A lo mejor solo hablaba uno. ¿Se habrían dado ya el último beso de su vida? ¿Cuantas caricias eran posibles en lo que duraba el recorrido? ¿Se quejarían de algo? ¿Se reprocharon algo? ¿Alguno de los dos pensaba en otra gente? ¿Sabían a ciencia cierta lo que era la muerte? ¿Lo que significaba? ¿Lo que suponía? Los periódicos dieron la noticia, fue en Navarra, y no se extendieron con la profusión que suelen en casos similares. Dieron a entender que había sido un suicidio. ¿Quién diría la última palabra? ¿Quién el último grito? ¿Quién murió primero? ¿Quién sufrió menos? ¿Por qué tenían que sufrir? ¿Les dio tiempo a llorar o no pararon de hacerlo?

         ¿Se rindió el padre a la vida? ¿Temió el más cruel de los futuros para su hija? ¿Pensó que sin él sería infeliz? ¿O temió que pudiera ser feliz sin él? ¿Fue en realidad el acto de amor más excelso? ¿Fue la más rastrera de las cobardías? ¿Se ahogaron abrazados? Quiero creer que se querían… mucho, que lo que se ahogó en el canal fue amor, herido, triste, dolido, enfermo, impotente, incontrolado, mortal.

viernes, 3 de mayo de 2013

HAINBAT MAIATZ

EL DIARIO VASCO 3-5-2013
 
Ez zaigu erraza gazteoi maite zaituztegula esatea iraganaz hitz egin gabe. Zaila da gazteok maite zaituztegula ulertzea geurea kontatzea besterik ez dugula egiten sentiarazten dizuegunean. Hala zen eta da. Hala izango ote? Burla egiten genien gure gurasoen kezkei, haien beldurrei. Ezinean haziak ziren, bizitzaren kontra bizirik ateratakoak, beldurra beste itsasorik ez zuten izan igerirako. Gogoan dut ez zegoenerako aritzen zirela, falta izango zenerako gordetzen zutela, gu beste asmorik ez zutela. Beldurra baino gehiago eskertzen diet hori. Gosea ezagutu ez duen gerrate ondorengo lehen belaunaldia da gurea, okindegietan ogi zuria hasi eta gero jaiotakoak, neguari, zenbat negu, zenbat beldur!, beldurra galtzen hasi zen lehendabizikoetakoa. Ondo begiratuta, esne mamitan hasiak gara. Osasuna, eskola, ogia eta beharrenekoak eduki egin genituen, eskubide izan aurretik, dirua kostatzen zirenean, bestelako gutxi.

Hil ala biziko gabeziarik gabe haziak eskubideen konkistak poztu egin izan gaitu baina harritu, harritu esaten dena, ez. Jan edanak, kultura, osasuna, lana, askatasuna, eskubideak berezkoak, geurezkoak, ditugula uste izatera iritsi garenean heldu da daukaguna. Antzinako guraso sentitzen naiz, kontatzeko iragan, berandu baino lehen hemendik betirako ihesi doana, ez Euskal Herritik mundutik baizik, ez zaitez izan motza,. Maiatzaren 1ean kalera atera nintzen, sindikatuen noraezeko prozesio horretan, behar bezala, kastillano artean, ezin dugula esatera, harro, txikia, zenbat maite zaitudan eta zer opa dizudan, txikia, adieraztera.