viernes, 28 de junio de 2013

FOLKLORE LO SERÁS TÚ

EL DIARIO VASCO 28-6-2013
 
  Le puede pasar a cualquiera que le folkloricen alguna vivencia. Es como si perdieras la ciudadanía plena y te convirtieras en muñeco de guiñol.

        En Urrestilla por víspera de San Juan traemos un árbol, antes robado ahora pagado, casi más alto y largo que la plaza, a las afueras del pueblo. Al anochecer, le hacemos un pasacalle por todo el pueblo a hombros de la juventud y a sones de acordeón. Lo erguimos con cuerdas, vallas, palancas y escaleras, ikurriña y todo, hincado en medio de la plaza y mirando a su altísima copa sentimos la emoción del inicio de nuestras fiestas patronales, algo así como media de cualquiera de nuestras semanas grandes. Haremos caer el árbol en el último de los minutos festivos. Es una vivencia, fiesta de unos vascos, pareja a un sentimiento nacional que no requiere indumentaria al efecto.

En San Sebastián, la memoria como excusa, han mandado pasear por toda Zurriola un carro tirado por bueyes con boyeros de pantalón azul Ariel Basic, camisas Wip Express, calzado Gore-Tex, todo impoluto. En la plaza han representado la erección de la liliputada que era el fresno que transportaban los bueyes. Una voluntad de tradición, algo así como un sentimiento nacionalista. Llegará el día en que será obligatorio seguir estas pautas para velar por la tradición con corrección. Ese día, desterradas nuestras vivencias, abandonando el camión grúa por el tractor y éste por la yunta de bueyes, nos proclamarán más vascos y lo que seremos es más… Seremos todo un país cuando recuperemos la vergüenza y el decoro.  


viernes, 21 de junio de 2013

FISCAL DIOS

EL DIARIO VASCO 21-6-2013
         La mayoría de la gente que conozco es convencida de que el mundo lo hizo dios y se le fue de las manos desde el mismo momento que creó al hombre. Intento convencerles de su error pero ahí siguen, erre que erre. A muchos de ellos, además, les molesta que otros no compartamos creencia y hacen de ello motivo de guerra. Inútil todo esfuerzo, para ellos está dios en toda buena obra; y en la base de toda maldad hay una raíz humana que lo evidencia. Si el mundo va de mal en peor, cosa discutible, es porque las cosas se hacen como se hacen y no como dios manda, única forma de hacerlas bien.

         Un alto cargo de uno de nuestros gobiernos ha defendido la permanencia en el cargo de una persona sospechosa de corrupción del máximo calibre, de la gorda, y acusado de ella, llegando a decir que esa “es palabra de fiscal, y no palabra de dios”, que sería la buena y la, en definitiva única, a tener en cuenta. Ahí es donde la democracia, timidota, tiembla y tirita. Ahí es donde no hay dato que nos indique que la divinidad sienta o padezca.

      Empieza a cobrar cada vez más fuerza la fea costumbre que creíamos ya desterrada de involucrar a dios en tareas de gobierno. La ocasión es absolutamente propicia para soltar aquello de así nos va como nos va, pero quizás mejor preguntarnos si el ser supremo además de en tareas de gobierno se ha infiltrado en la judicatura disfrazado de fiscal. Como explicarse si no que una palabra de tan baja cotización consiga la libertad de tanto delincuente de guante blanquísimo ¿Será que está con ellos? ¿Y además desde siempre? Vuelva la gente.

viernes, 14 de junio de 2013

SOPUERTA / TV

EL DIARIO VASCO 14-6-2013

         Si la civilización no retrocede es cuestión de tiempo, más poco que mucho, el que todos aquellos espectáculos, saraos y divertimentos que se celebran sometiendo animales, aun con ánimo artístico, cultural, histórico, patrimonial o deportivo, acaben siendo proscritos. Caminamos hacia la perfección. Pero, prueba de que nadie es perfecto, digamos que no todos los que proscriben estas celebraciones son representantes edificantes y modélicos. Cuesta creer que quienes durante años han acudido impertérritos a la lidia y público sacrificio de personas sean sensibles al sacrificio animal, pero el resultado es el que es y hay que reconocer que no salimos perdiendo.

         Ni ellos inventaron el debate, ni son los que lo culminarán. Ya en el florecimiento cultural vasco anterior a la guerra se debatía con más normalidad y menos sectarismo político. Diría que todos aquellos que hablaban de lo poco civilizado de los espectáculos taurinos no evitaban referirse con igual malestar a las modalidades teóricamente más autóctonas y animalistas, o consideradas deportes populares nuestros.


         Sopuerta (Bizkaia) se ha sumado a la lista de municipios del mundo que han prohibido, corridas, novilladas, idi-probas y todos los festejos que supongan maltrato animal. La televisión pública vasca sigue ofreciendo, con cierta frecuencia, espectáculos de arrastre de piedra animal, féminas incluidas, supongo que sustentándose en la igualdad de géneros y en el valor y promoción de lo autóctono, hasta que no haya otra elección que Sopuerta o una televisión pública a la griega.

viernes, 7 de junio de 2013

ADA, JENNY ...

EL DIARIO VASCO 7-6-2013

         Morir congelado cerca de una cumbre de ocho mil metros de altura tras varios días de agonía y asistido por compañeros de profesión es un hecho que desata mares informativos cantando a la solidaridad y la heroicidad. Es lo que tienen los deportes sin controles antidoping. Me guardo mi opinión sobre las heroicidades. Más allá de la espectacularidad, me gustaría que me lo explicara gente que esté dispuesta a aguantar interlocutores que ni entendemos ni compartimos todos los argumentos.

         Si un taxista muriera, y como todos, suelen morir, en el desempeño de su trabajo, supongo     que nunca lo haría, si de ellos dependiera, por falta de ayuda y solidaridad de los compañeros de trabajo. Pero el eco informativo sería menos impactante y no denotaría heroicidad alguna.


         Cuando una trabajadora del sexo muere, en cumplimiento de sus cometidos, la información hace rodar fantasmas y prejuicios; pocas veces habla de la, en este caso, sujeta, y abunda en adjetivos y gentilicios de infraciudadanía. El asesino, a secas, es maestro de artes marciales o dependiente de mercería, mata a una mujer, y muere una nigeriana, colombiana o senegalesa, o una prostituta, no una persona dedicada a la prostitución; gentes proclives a la muerte, de peores muertes, de muertes insignificantes. Son asesinadas en sesiones inacabadas de tortura sin que captemos un mínimo de heroicidad, incapacitadas para recibir solidaridad. La peor muerte puede ser consecuencia lógica de la mala vida, pero muchas malas muertes, de las peores muertes, son el final de una heroica vida. Héroes, Ada, Jenny…