sábado, 29 de marzo de 2014

EL CHIP

EL DIARIO VASCO 28-3-2014

         No caben excusas para la carencia congénita de ciertas destrezas pero me identifico con quienes, torpeza a torpeza, acaban pringados en la más simple de las ingestas de huevo frito. En los últimos días la cosa ha empeorado, son los propios huevos fritos los que me muerden desde la mismísima sartén, con el riesgo de acabar pareciendo un monumento viviente a la inutilidad doméstica.
         En una conversación de los últimos días me dijo, me llegó a decir, a mí, que tampoco la cosa tenía que ser el llevar la contraria por llevarla y que en eso que estaban diciendo de los contenedores a lo mejor tendríamos que hacer caso y empezar poquito a poco. Mi reacción rozó el enfado y proclamé que nadie como yo, en casa, se preocupaba de separar los plásticos por un lado, el papel por otro. Lo del papel lo llevo hasta el extremo de pelearme con las piezas de manzana y peladuras de naranja para arrancarles su mini etiqueta, aunque nos cuesten mirialitros de agua hirviendo. Además, dije, que contra Izagirre, Bildu, el PP y el sunsumcorda que sí, pero que a razonable que no me ganaba nadie y que el último plasticazo que había visto en el cubo a ver si no se le habría caído a ella. Dijo que imposible.

         Maniobré rápido y le dije que la recogida de orgánicos se iba a hacer a través de un chip con tarjeta y planteé, inteligentemente, la disyuntiva de quien de nosotros se haría cargo de la tarjeta. Nadie dudaba pero no se zanjó la cuestión, como que lo dejamos para la ocasión. El más ecológico, cívico, de nosotros se hará cargo del chip y sus consecuencias. Erabakiko dinagu

viernes, 21 de marzo de 2014

OCHO Y MÁS

EL DIARIO VASCO 21-3-2014
         Gente humorosa como nosotros habrá poca por ahí. Nos reímos de casi todo. Nos reímos de Mahoma, de dios, de los ciudadanos españoles, aunque no sean españolísimos, de la derecha navarra, de los que farfullan la lengua, de los que titubean ante el idioma, de nosotros mismos, de casi todo. Prueba de ello es la televisión publica que nos enlerdece con humor poco sutil y repelente trazo grueso, ese lenguaje pretendidamente espontáneo y natural, incapaz del mínimo esfuerzo por mantener y respetar una norma común. Con soporte cultural tan indecente nos enfurecemos cuando otros se ríen de nosotros hasta de bromas y pocos somos capaces de imaginar un árabe ateo, un falangista euskaldún, un versolari del PP, un andaluz apátrida, un policía democrático, un emigrante sin dialecto bajo, una sueca inapetente o una latina frígida... nos parecen cosas imposibles, y si los imaginamos los respetamos como motivo cómico, triste manera de exhibir la ignorancia y la intolerancia.

         No he podido evitar ver la comedia Ocho apellidos vascos. Me ha acongojado el panorama de la crítica que se bate entre duelos nacionales tras haber aplaudido a rabiar etxebestes, amonas e ixabeles como modelos a imitar. ¡Cómo se las gasta el personal! ¡Larga es la sombra inquisitorial! Mi indignación es bastante superior a mi congoja al saber de la alcaldesa que sospecha que el resto del género humano no afín a su pensamiento es agente francés o español y es capaz de dirigirse a un ciudadano vasco, director de cine o nadie, considerándolo incapaz de tener una opinión propia sobre su país.

viernes, 14 de marzo de 2014

CRIMEANO

EL IARIO VASCO 14-3-2014
         Casi todas las guerras acaban con un cambio de color y de dibujo en los mapas, sublime representación de las nuevas fronteras que no todo lo dividen pero sí pretenden hacerlo. Deberíamos renunciar a esa fea, inútil e insalubre manía de pintar cada país de un mapa con un único color. Son mentira y nada ayudan a explicar ni resolver ningún conflicto que no sea el juego de las fronteritas. Además confunden al cándido. Me decía una niña plantada ante un mapa que entonces en Logroño hablan logroñés, en Soria soriano, etc.

         Igual que la niña, con algo más de conocimiento, tendemos a pensar que en Polonia hablan polaco, en Albania albanés y azerbaiyanés en Azerbaiyán. Pero a medida que engordaba la bronca en Ucrania, por aquello de en Ucrania ucraniano, me dio por mirar como funcionaba por allí lo de las lenguas, impulsado por la idea de que los países del mundo con una sola lengua son los menos y que las lenguas con varios países son las más. Que sepamos, en Ucrania, son dos las lenguas oficiales de los nativos, seis o siete de cada diez nacen de habla ucraniana y tres de habla rusa, con más arraigo urbano estos últimos y rural aquellos.

         El Parlamento ucraniano, tras destituir a Yanukóvich, abolió la ley que permitía la cooficialidad de la lengua rusa. Parece ser que no la ha ratificado el presidente en funciones ni entrará en vigor. Temí que quienes entre nosotros defienden la teoría del conflicto arriesgaran una opinión sobre el particular, preferí no preguntar. Estalló Crimea, mayormente rusófona, siendo oficial el ucraniano y existiendo el cremotártaro.

 

viernes, 7 de marzo de 2014

EGUNON

EL DIARIO VASCO 7-3-2014

         Gazteleraz ari ziren elkarren artean bi emakumeak, hirurogeita hamarna urte edo. Tabernako mutila ere, nirekin euskaraz ozen, gazteleraz ari zitzaien. Guztiek nahasten zituzten euskaraz hitz bakanak. Gizonezko bat sartu, emakumeen ezaguna, eta argi agurtu zituen, sinpatia ahalegin berezia eginez esan nahi dut. – Egunon! Esan zuen.
         Ordu bata zela, bazkalondoa, eta ez zela egunona agur modurik egokiena esanaz bezala, maitekiro baina, erantzun zion emakumeetako batek. Tabernako mutilak hartu zuen parte orduan, poliki, etenak eginaz, ulertzen ez dutenei hitz egiten zaien eran, altu: Egunon esateko, berandu da, berandu, esan zuen. Gizonezko gizajoak jarraitu egiten zion berandu hitza burumakur errepikatuz, be-ran-du. Mutilak erakustaldiari jarraitu zion, arratsaldeon esateko goiz da (go-iz, gizajoaren oihartzunak) beraz, eguerdion, eguerdion! E-guer-di-on! errepikatu zuen gizonak. Vamos a empezar a venir a las tardes con un bloc y tomamos nota, esan zuen emakumeak. Mutilak emakume euskaldunei gazteleraz hitz egiten jarraitu zien eta, bere borondaterik onenarekin, egunon esan zuen erdaldunari dena euskaraz hitz egiten.

         Ez da ezohikoa pasadizoa, baina ikasteko baino erakusteko jaio garela dirudienez, eta euskaldun bakoitza hizkuntzalari bat omen garenez ameto eman beharko dugu. Aurretik esan beharko, hala ere, eguerdion hitzak ia tradiziorik ez duela izan euskaran Jose Ramon Belokik Herri Irratiko informatibo gogoangarri haietan guztiz etxeko egin zigun arte. Ez da meritu nahiko euskaraz hitz egin nahiko lukeen erdalduna gupida gabe eta publikoki zigortzeko.