viernes, 30 de enero de 2015

ESPANTOSOS

EL DIARIO VASCO 30-1-2015

Afirman que intentar explicar Auschwitz es justificarlo. No lo sé. Yo nací nueve años y medio después de su liberación y no tuve conciencia medianamente cierta de lo ocurrido hasta muy avanzada la mayoría de edad. La literatura, la ficción, me ha servido para forjarme una veraz memoria de lo ocurrido. La buena literatura, la buena ficción, hace perdurar en la memoria hechos que, en comparación a la historia de la humanidad, no dejaron de ser fugaces, por muy intensos que fueran y por muy honda que fuera la huella que dejaron. La realidad mata, la ficción salva, afirma Javier Cercas. Yo matizaría que la que salva es la buena ficción, no la mala, la que se nos suele querer colar como documentación.

La conmemoración me ha sorprendido en las primeras páginas de El impostor de Cercas, novela basada en Enric Marco, gran farsante descubierto horas antes de que pronunciara un discurso en Mathausen, y ante altos dignatarios, conmemorando los sesenta años del fin del nazismo y representando a miles de deportados recluidos en campos de concentración. Nunca estuvo en un campo de concentración pero lo relató de forma tan desvergonzada e inmoral como fidedigna.

Dice Cercas que  flaquezas colectivas habilitaron el triunfo de la farsa de Marco y dice Vargas Llosa que debió de vaciarse de sí mismo y reencarnarse en el fantasma que se fabricó. Me sigue interesando Auschwitz, sus causas y sus derivadas. Pero la sensación de que convivo con gentes vacías de sí mismo reencarnadas en ese fantasma necesario para ciertas flaquezas colectivas no me lo quita ni…


viernes, 23 de enero de 2015

LA NAO 2000 Y

EL DIARIO VASCO 23-1-2015

Cuando lo que se pretende es reproducir un pasado imaginario con rigor filológico, el resultado es una mascarada carnavalesca, digna de mención, que puede resultar tan poética como patética. Si no se le concede una trascendencia crucial puede alcanzar el brillo que alcanza la fiesta de la tamborrada en San Sebastián, pero si se cae en la tentación la cosa acaba, o nunca acaba, como el proyecto nao San Juan, San Sebastián 2016, en la capital de la cultura europea.

Confieso que me disgustó la idea desde un principio porque entiendo  que una ciudad y un país de gran potencial y vitalidad cultural debiera esforzarse más en diseñar el futuro que en pintarrajear su pasado, más que dudoso a veces. Pero se hicieron manos a la obra en el astillero, con un esfuerzo de caja exagerado y susceptible de impedir otros proyectos del mismo programa. Hoy, todavía, me asombra el sepulcral silencio ante la, al parecer, inevitable tala de árboles que bajo cualquier otra responsabilidad política hubiera equivalido a la devastación de, por lo menos, cien Amazonas.
         Nos comunican que tranquilos, que se trabaja a buen ritmo y que hubiera sido muy complicado que el barco estuviera acabado para 2016. Entre tanto va exhibiendo el blasón de embajada itinerante de la capitalidad cultural y, con paciencia, teje una red de amigos que supera el medio centenar de alianzas. Entre estas debemos destacar las localidades de Ágreda, Cervera y Fitero, además de la Cabaña Real de Carreteros de Quintanar de la Sierra, la ruta de las Sidra Vasca y los valles de Salazar y Sakana. Es que no llego y me pierdo.


sábado, 17 de enero de 2015

¿CHARLIE?

EL DIARIO VASCO 16-1-2015

         Me revienta la manía que tiene el personal de apelar a las raíces extranjeras ante cualquier problema que le desagrada. Si es problema es extranjero o, viceversa, si es extranjero es un problema ¿Cuántas veces no habremos escuchado estos pasados días, a cuenta de los asesinatos ocurridos en París, que el problema hay que atajarlo en los países de origen? O consideran extranjeras la religión islámica y la libertad religiosa, es decir religión de ciudadanos extranjeros, o consideran extranjeras a las personas que no son de la religión o irreligión que practica quien esto afirma. Pero lo han dicho, atajar el problema en los países de origen. Hasta lo que yo conozco los asesinos del atentado a Charlie Hebdo o del  Hypercacher de Porte de Vincennes eran ciudadanos franceses nativos. Otra cosa es que quienes así pontifican pretendan ignorar que cuatro millones de franceses lo son de religión musulmana y, en cuanto a número de hablantes, el idioma árabe será la segunda lengua de Francia. No sé si extranjeros, pero ignorantes y atrevidos a punta pala.

            Por el contrario tenemos mérito al sentirnos, un minuto de nuestra de vida aunque sea, amenazados por la barbarie que solo pretende liquidar o eliminar al discrepante. ¡Hay que tener valor para sentirnos Charlie y afrontar nuestro futuro con un mínimo de serenidad! Demostrado que lo tenemos. Pero más valor hay que tener, infinidad más, para sentarse en una mesa de redacción o de dibujo de Charlie y acometer la elaboración de los próximos números. Me parece imposible ¿no se habrá acabado la sátira? Piénselo un poquito, imposible ser Charlie.

viernes, 16 de enero de 2015

DIOSECILLOS

EL DIARIO VASCO 9-1-2015

Qué lejos aquellos tiempos en los que muchos de entre nosotros no podían decir, ni pensar, que matar, a una persona, a dos, a diez, a cien, a mil, estaba mal hecho hasta que no supieran a ciencia cierta quien no había sido el asesino. Han cambiado mucho las cosas; de negar lo que ocurría y estallaba ante los propios ojos, de no querer rechazarlos, ahora van como locos en busca de víctimas que les justifique formular una condena. Se buscan víctimas para formular condena, reza el anuncio. Sí que han cambiado las cosas, nos da menos vergüenza decir abiertamente que no se debe de matar, nos da mucha más vergüenza, pero mucha más, sugerir que es necesario, que era necesario, matar.
Ayer en París mataron de tacada a doce personas, qué poco han cambiado las cosas. Casi ningún titular se privaba de incluir la palabra Alá o Mahoma. Eso, una vez más, tranquilizó del todo nuestras conciencias porque tampoco los asesinos habían sido los nuestros. Habían vuelto a ser ellos, los otros, las otras patrias, los otros colores, cualquier otra lengua, gente con otro dios. Por ello sólo sentimos pena, de postureo y alivio fácil, y rabia justiciera. Soltamos el discurso justiciero, el de nuestro dios, el de nuestro bar y patria, color, lengua, religión y fútbol, y seguimos sembrando nuestro extenso e irascible territorio de diosecillos propios, de explicaciones hueras y argumentos palurdos.

Siempre olvidamos que para matar, es preciso tener voluntad de matar, y que lo de los diosecillos, propios y ajenos, viene después, después de matar. A ver qué dioses surgen en esta, aunque Alá sí estaba allá. 

viernes, 2 de enero de 2015

NECEDADES

EL DIARIO VASCO 2-1-2015

         Siempre que decido reconciliarme con el aparato de televisión y me enfrentó a él, cara a cara, salgo decepcionado, sin motivo para la esperanza. Domingo 28 de diciembre, día de inocentadas, un Gaur Egun de fin de semana en la primera cadena de la televisión pública vasca. Veo un reportaje de colofón del informativo y me asaltan las dudas de lo que he visto: un popurrí de Cristina, Juan Carlos I, Pequeño Nicolás, Espe Aguirre, Urdangarín, etc… con interposiciones de  sesudos y sesudas comentaristas de la casa en tono de total transcendencia y rigor, diciendo que España merece este tipo de personajes porque es ella quien los ha parido y comentarios aún más profundos. El aturdimiento me impide recoger la noticia al cien por cien. Desde empezar a suponer que algo extraordinario habrá pasado para ese cierre, hasta especular con el hueco que tendrían que rellenar con algo en el informativo, hago de todo. Concluyo que para esa televisión es imposible que suceda algo positivo en España, en Navarra y fuera del universo ideológico que se sienten obligados a representar en exclusiva, y que siguen con la fatua vocación de compensar, sea como sea, el desequilibrio informativo mundial que tanto nos perjudica a los vascos, incluso a los que sistemáticamente nos excluyen y culpabilizan.

         Si consiguiera ver un noticiario fiable y de rigor, y elaborado por profesionales que no me produzcan tanta repugnancia, sería una de las razones para dar por bueno el año entrante, incluso para no sentir temor ni por la independencia, ni por los derechos de decisión, mientras vamos bogando en la nave de los necios.