viernes, 27 de febrero de 2015

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EL DIARIO VASCO 27-2-2015

         ¡Que buena gente es la buena gente! Para los que somos así, regularcillos, no buenos del todo, nos resulta problemático y todo. O sea, que sí, que son buenos pero que a nosotros no nos gustan tan buenos. Algo parecido me suele ocurrir con esa gente, sin duda buena, que suele encabezar voluntariamente comisiones, grupos de trabajo y similares en colectivos y entidades sociales y populares. Sin ellos no existirían ni el tiempo libre, ni el entretenimiento asistido, ni festejos, ni buenas obras, ni todas esas cosas que se hacen desinteresadamente o no se hacen. He solido decir, a riesgo de no ser entendido, por ejemplo, que soy partidario de disolver todas las comisiones de deportes, debiera decir fútbol, de los centros escolares. Sus componentes motores suelen ser hiperactivos, contagiosos y propensos a equiparar la parte por el todo. Todos caemos, alguna vez en la vida, en la tentación de patrimonializar

         Mi experiencia y buenos recuerdos me dicen que casi toda esa gente que trabaja y se molesta por el buen desarrollo de la tamborrada de nuestra ciudad son buena gente, muy buena -espero que no digan de mí lo mismo ni lo contrario- pero sí que tienen alto riesgo de caer en la tentación de la patrimonialización. Me cuesta entender la postura, y más la propuesta, que han hecho trascender a la posibilidad de una tamborrada de 17.000 unos días antes del 20 de enero. Tenía tono de propiedad, un tono ciudadano más. Estoy barajando el ofrecerme voluntario a la 2016. Con la pega, claro, de que nunca me ha dado por tocar en una tamboreada y no soy mala gente del todo, pobre 2016.

viernes, 20 de febrero de 2015

ATZERAKA

EL DIARIO VASCO 20-2-2015

         Atzera egin ote duen, atzera egin duela, euskarak lehen oso euskaldunak ziren herrietan. Horixe da zenbait girotan gero eta sarriago arnastu daitekeen aire eta mezua. Gure arteko askok bere jarrera justifikatzeko erabiltzen duen biktimismoari botatzen diot nik ardura. Izan ere zenbaitentzat minduta, triste eta betilun ez bagaude, ez gaude eta ez gara. Estatistikak bere horretan irakurtzeak ere, inolako interpretazio lagungarririk gabe, iluntzen du giroa. Aldiz, autonomiaz geroztik, euskara dakitenen kopurua bikoitzetik gorago joan da. Irakurle inozo batek, datuak horrela aurkezten bazaizkio, agudo esan lezake hobe dela, beraz, euskararen normalizaziorako hiri giroa. Horrela esanda herri euskaldunetan atzera egin duela esatea bezain egia da, eta errealitatean egiago.

         Baina niri egia bezalako guztiak ez zaizkit nire baitan kabitzen. Litekeena da oso, nik ezagutzen dudan herri oso euskaldun horretan euskara dakiten biztanleen kopuruak behera egina izatea, baina ziur nago inoiz baino gehiago, egokiago, funtzio gehiagotarako eta eginkizun jasoagoetarako erabiltzen dela, baita inoiz erabili zezaketela pentsatzen ez zuten haiek ere. Hori aurrera egitea da, ez atzera. Eta ezin dut onartu beste hizkuntza bateko bikotea duen jendeak, hizkuntza batean baino gehiagotan familia ugaritzen dutenak eta abarrak, euskarari egindako eraso, bederen estatistikoa, izan daitezkeenik, guk zaindu ezin dugun aiton amona puzkarti pixontzia zaintzera etorri den nikaraguarrak euskara arriskurik txikienean jartzen duenik, berarekin, errespetuz, erdararik landuenean jardun behar baldin badugu ere.

viernes, 13 de febrero de 2015

¡QUÉ PAÍS, MIQU…!

EL DIARIO VASCO 13-2-2015


         Aunque parezca no es Google quien bautiza nuestras calles. Con la legitimidad que le corresponde, el ayuntamiento de Hondarribia ha asignado el nombre Nestor Basterretxea a la que hasta el presente llevaba el nombre Mourlane Michelena. Hace nada hubiera estallado un trueno mediático que hubiera dejado temblando los cimientos de nuestros más sólidos diques. Ha reinado la normalidad, pero he terciado en una discusión. Los méritos de Basterretxea son tan evidentes que ni enumerarlos ha hecho falta. Los deméritos, que lo son, de Mourlane son su arraigo en el falangismo vasco y en el franquismo mediático y literario. Este es el resumen argumental de los impulsores del cambio. Luego, cada cual lo ha argumentado como ha podido acogiéndose alguno a la inexcusable aplicación de la ley de memoria histórica.
         Cometí la temeridad, sin cuestionar la decisión, de adentrarme en profundidades preguntando si había que esperar a la muerte de Basterretxea para descubrir que un franquista, que no se merecía ese honor, tenía calle en el pueblo y por la responsabilidad de quienes en más de treinta años lo habían mantenido. Más gente preguntó más cosas. Irrumpió el discurso de las personas de fe y el exaltado de turno que nos insinuaba y reprochaba actitudes partidarias de homenajear a genocidas.

         Alguien adujo que, según la ley Godwin, la mera mención de Hitler hace que el hilo de una discusión ya no tenga sentido. Cerrada ésta, pensé que el día que el nacionalismo, dios no lo quiera, sufriera una pérdida de prestigio no íbamos a tener nombres para tanta calle ¡Qué país M...

viernes, 6 de febrero de 2015

POR PAVOR

EL DIARIO VASCO 6-2-2015

         Contaba el viejo guerrero que los sanguinarios eran sus coaligados, no ellos. Ilustraba la anécdota diciendo que un día se les presentó su comandante y les enseñó cómo se hacían las cosas por estas tierras. ¡Aquí no se mata a nadie! dicen que les dijo, y mandó fusilar a cinco. Claro que dejaron de matar, perdieron la guerra. Quien nos lo contaba, igual que la mayoría de los que lo oían, elogiaban y admiraban la rectitud. Hoy, vemos con horror como Jordania, país árabe en la coalición contra el estado Islámico, ha ejecutado a dos personas iraquís en respuesta al asesinato del piloto jordano quemado vivo, rectitud ¡Qué horror!
         Aquí, en el espacio geográfico civilizado, en Occidente, en España, con todos los dimes y diretes que se quiera, se ha acordado hacer entrar en vigor un sucedáneo de la cadena perpetua que no tiene ninguna diferencia con la cadena perpetua, o sea una cadena perpetua. ¡Terror! Cuando los izquierdistas profesionales se vuelven más profesionales que izquierdistas suelen adquirir la mala costumbre de ocultar sus principios, hasta el punto de neutralizarlos. Tanto los neutralizan y los ocultan que se vuelven incapaces para volver a identificarlos. Responsabilidad ¡Vergüenza!

         En otro aquí, aquí mismo, en Francia, a un cuarto de hora, han retirado la nacionalidad a un ciudadano francés y, desde ya, en territorio republicano, se aplica la igualdad discriminando en la práctica a ciudadanía nativa y naturalizada. Incluso han llegado a hablar, sin sonrojo, de restablecer la pena de indignidad nacional. Cada vez importa menos vivir en un mundo sin escalera de socorro. Unidad  ¡Pavor!