viernes, 27 de mayo de 2016

PALABRAS

EL DIARIO VASCO 27-5-2016


         No se qué adjetivo se le ha de poner a esta primavera para definirla con la máxima exactitud. Cualquiera puede valer, probablemente, salvo política. Nadie se atreverá a relacionarla con la política. Sin embargo florecer florece, consulta por aquí, consulta por allá. Si no fuera porque entre los garantes asoman, risueños, democráticos y dialogantes, aquellos que vieron e hicieron sufrir a quienes no comulgaron con sus dogmas. Si no fuera porque a quienes creyeron en la palabra y se pusieron de pie, les obligaron a arrastrase y a comerse su dignidad de personas. Si no fuera por...  nos debieran dar un poco de tiempo para verificar que el milagro es verdad, que hoy, por orden de la superioridad, son abiertos, dialogantes y respetuosos y lo serán en adelante por convicción ciudadana. Entonces tendríamos oportunidad de decir claro que a lo mejor es un exceso plantear un nuevo estado con objeto de preservar la diferencia identitaria de un vasco riojano y de un riojano riojano. Sin embargo nos retan, y dicen que tomemos la palabra, que nos pronunciemos, o soberanos o independientes. Buscan nuestra palabra.
         Cuenta el escritor Pedro Ugarte cómo al interesarse por el sueño de su madre, ya mayor, esta le contesta que ha dormido como un cesto, para envidia de su tía, mayor todavía que ella. Al señalarle la envidia que producía su bienestar la señora plantó un dardo en la diana y dijo.
         - Pero ella, todavía, encuentra todas las palabras.

         Vive quien encuentra todas las palabras y vive quien persiste en encontrarlas. Todavía no vivimos.

viernes, 20 de mayo de 2016

VIAJE

EL DIARIO VASCO 20-5-2016

El 12 de julio de 1949 se corrió la etapa entre Pau y Luchon del Tour de Francia, que se recordará más por el botellazo propinado, al por infinitos motivos querido, Gino Bartali, inconsciente unos minutos, que por su ganador, el inolvidable Robic. El día 10 acabó la novena etapa en San Sebastián con victoria de Louis Caput y último puesto de Louison Bobet. Aquel solterón, que de chico pisó suelo donostiarra para ver la etapa, era capaz de explicar una subida de Coppi al Galibier como si hubiera estado allí presente, sin embargo el relato del señalado día de la victoria de Caput lo culminaba con un "primer día de mi vida que vi desnuda a una mujer". Cosas y memorias de viajes.

Reconociendo que mi memoria de las, no pocas, lecturas de Hemingway no alcanza profundidad literaria pormenorizada, me atrevería a aventurar que la relación del ínclito con nuestra ciudad es más de francachela que de observación y convivencia, es decir similar a la de mi solterón. Por ello me asombran aquellas afirmaciones de inspiración directa y otras menudencias que conforman el mapa del recorrido del Nobel americano. Me asombran tanto como me enternece la escena  del mustio don José de Arteche solicitándole la cesión gratuita de los derechos de autor para la versión en euskera de El Viejo y El Mar.


Bi y Pan, dice nuestro periódico, son dos periodistas chinos que han recalado en San Sebastián siguiendo los pasos de Hemyngway. No dudo de que seguirán fielmente sus pasos, esos pasos en los que el mismo Hemingway se perdería si volviera, porque nada podría reconocer de aquello. Ni siquiera aquella, lo dudo, nuestra pródiga hospitalidad que hoy maltrata, a pinchos, turistas y demás ralea desde dentro de la barra de nuestras partes viejas.

jueves, 19 de mayo de 2016

¿SIRINGO… QUÉ?

EL DIARIO VASCO 13-5-2016

            Se metió en un avión y en una máquina que le confirmara el diagnóstico. A la enfermera le había bailado una letra y había escrito siningomiélico. Sus consultas al diccionario de griego le sugerían lo peor. Mielia era médula y lo más parecido al resto era sinin, con ípsilon: destructor, devastador. O sea, que la iba a diñar antes de fin de año. Lo pasó muy mal mi amigo. Se confirmó el diagnóstico, padecía una siringomielia. Siringa la diosa convertida en la caña con el que su enamorado fauno, el sátiro dios Pan, hijo de Hermes y de una cabra, construyó la flauta para tocarla a perpetuidad. Pues eso tenía el amigo, un enflautamiento, un enjeringamiento, en la médula, también a perpetuidad, que le impedía sentir el dolor y la temperatura en una de sus extremidades superiores. Una enfermedad rara por infrecuente.

         A los treinta años del diagnóstico las consecuencias del mal empiezan a percibirse más en el nivel físico que en el literario y la base del brazo le baila y salta más que aquella letra de mal recuerdo. Con el brazo como la soga que ata al pollino, ni la soga ni el pollino se enteran, circula entre personal sanitario de todo rango. Le extraña que nadie le pregunta ¿siringo… qué? Y le mosquean las doctas caras que ve, como de haber oído anginas, catarro o agujetas. No entiende por qué nadie duda o no le pregunta qué es eso, cree que todo buen profesional tiene que dudar mucho e informarse más, pero el miedo a evidenciar desconocimientos lógicos obliga por lo visto. Dice que le preguntan a ver dónde le duele. Hay quien, a pesar de la información, insiste, e incluso insinúa que si no le duele para que va por allá. Dice que a la próxima responderá que lo que le empieza doler es el oído.

viernes, 6 de mayo de 2016

TOROS Y BURROS

EL DIARIO VASCO 6-5-2016

                        Parece que nuestro gobierno y alcalde nos quieren consultar, sin obligación de vincularse, sobre la cuestión de los toros en instalaciones municipales de la ciudad. Preferiría que no me consulten, más que nada por aquello de no reñir ni desgraciarme con gente por la que siento aprecio.
         El mundo de la tauromaquia ha dejado una profunda e indeleble huella en la cultura española, sin exceptuar de ella a la vasca, acorde siempre con los tiempos de cada momento. Pero ese reconocimiento puede ser absolutamente incompatible con esa pretensión de salvaguarda cultural y patrimonial que algunos pretenden. Que no me entren por ahí que entonces lo mismo me da que sí que que no. Si la cosa va por España sí, España no, vascos sí, vascos no, yo me desvinculo y voto contra el que más me haga rabiar, que no se anden con tonterías. Si entran en acción con dialécticas nacionales y pseudoprogres aquellos que han defendido los derechos de los animales por encima de los derechos humanos, voto que haya toros todos los días.

         Me pasa como al moro de San Ignacio que, amedrentado, estaba dispuesto a aceptar la virginidad de la virgen antes y después del parto, pero no en el momento del parto. Yo estoy dispuesto a aceptar que los toros hayan vivido a cuerpo de rey para ser sacrificados en el espectáculo. Pero en ningún caso aceptaré que el espectáculo no se basa en la pura violencia. Ni aunque me acusen de haber sido educado en amor a los animales o de ser forofo de Disney que puso voz a los animales, como si las fábulas, los Andersen, los Grimm no hubieran existido, o de accionista de multinacional alimentaria de mascotas. A algunos les salva la prohibición del maltrato a los burros. 

domingo, 1 de mayo de 2016

FRACASADOS

EL DIARIO VASCO 29-4-2016

            Por mucho que la denuesten considero que la transición española de la dictadura a la democracia fue un hecho milagroso por el que deberíamos lamentarnos menos y alegrarnos más. Yo no imaginaba que cuarenta años después observáramos el día día críticándolo con el desparpajo con el que lo hacemos a pesar de las consecuencias que por ello venimos pagando.
         Aunque el mundo empezara a incorporarse al sufragio universal hace siglo y cuarto, y nuestra palmaria falta de tradición democrática e histórica inclinación a los conservadurismos y totalitarismos nos mantuviera a raya hasta hace cuarenta años, nuestra incorporación al voto libre deparaba las más ilusionantes expectativas.
         Desde que tuvimos en nuestras manos el anhelado y casi imposible voto, mira que se han hecho cosas, mira que hemos discutido, perdido oportunidades y logrado conquistas que sólo el habernos habituado a ellas hace que les restemos el valor que tienen y relativizar la flaca memoria que tenemos de los pasados de sometimiento y tortura. Nos ha ido tan bien que nos hemos cansado, por ejemplo, de votar. La rabia por la desconsideración y desprecio absolutos a nuestra opinión y voluntad se nos ha trucado en ira que nos provoca la molestia de que nos consulten. No queremos ni votar.
         No todo es entendible. No se entiende que cuando el desacuerdo y el no pacto, la tozuda integridad de cada cual, han sido el valor más preciado en política, nos sintamos decepcionados por la falta de acuerdo. Sí entiendo el hartazgo, si entiendo que nos sintamos fracasados, en el más escandaloso de los fracasos. No entiendo que ningún ciudadano no político no sintamos la más mínima culpa ni responsabilidad en ese fracaso. Siendo así, es que no hay solución.