viernes, 29 de julio de 2016

ZABALAGA

EL DIARIO VASCO 29-7-2016

         No deberíamos escatimar un céntimo en crear un premio con fuerte dotación económica para quien, político, ciudadano preclaro o de a pie, fuera capaz de plantearnos en términos razonables y razonados la proporción justa que deberían tener el gasto social, el cultural y otros. Me da que hace bastante que perdimos el juicio y estamos lejos de recuperarlo, en perjuicio, claro, de la cultura y del ámbito de las prestaciones sociales.
         En ese punto ha simulado querer colocar su negativa al acuerdo de Chillida-leku nuestra diputación. ¡Horror! No se puede explicar peor. El anuncio foral más parecía la expresión pacata y fugitiva de un tumultuoso bailongo liderado por un coro de Santageda, al estilo de esos mix de bertso, aurresku y flamenco que últimamente nos ha dado por entender que son la máxima expresión de la cultura y la diversidad. Es legítimo concluir que si el gasto estratégico en lo social y en desarrollo económico se hace con parejo criterio nos iremos a pique en la próxima tempestad.
            Ahora -muy al estilo- supongo una fina, callada e invisible lluvia de suciedad que poco a poco irá enfangando el nombre de los Chiillida. Aquí se descalifica y se ponen en marcha infamias soterradas, lo de debatir y discutir es un camelo, transformado en espectáculo, que solo unos ingenuos y lelos como nosotros queremos creer. Cuando así conviene se infla el censo de los enemigos del país y ya está.

            En su día no gustaba nada a nuestros representantes el Guernica de Picasso, hoy lo reclaman como propiedad exclusiva. Les alabo el gusto, pero quizás sea tarde. 

viernes, 22 de julio de 2016

JOSETXO

EL DIARIO VASCO 22-7-2016

            He de reconocer que, a la hora de ponderar el listón del sufrimiento me resulta más molesta que creíble la expresión “es duro tener que vivir con escolta”. No todas las personas obligadas a no separarse de sus guardaespaldas y obligadas a vivir protegidas tienen la misma capacidad de relatar sus vivencias. El hecho de tener que vivir de esa manera tan anómala debiera de ser suficiente para certificar las penalidades de una persona escoltada, pero los detalles y pormenores de las vivencias de esas personas merece más crédito que la propia retórica, por muy políticamente correcta que esta sea.
            Casi la cuarta parte de mi vida la he vivido escoltado y nunca dije esa frase, no me lo parecía. Una persona escoltada que vive inmersa en el pánico, que tiene un miedo cerval, no se queja porque la escolten. Todo lo contrario, es incapaz de vivir sin ellos. Su drama consiste en que para ser persona, para sobrevivir, para disponer de libertad, para hablar con serenidad, para todo, necesita ir guarecido por dos personas armadas.

            La relación con esas personas armadas es equívoca. Es difícil determinar cuándo es cada cual sirviente o patrón. Es cruel tener que separar lo humano de lo profesional. Las vidas en juego son las de todos. En tiempos en los que, para recordar el miedo, el mucho, pero que mucho miedo, que compartimos, sin que nunca se borrara la sonrisa de su cara, en tiempos en los que podíamos haber sido solo amigos ha caído derrotado por la enfermedad Josetxo, uno de esos armados a quienes les debo gratitud, que me protegió para poder seguir siendo persona. Eskerrik asko guztioi.

viernes, 15 de julio de 2016

JUVENTUDES

EL DIARIO VASCO 15-7-2016

            Ahora que ya somos pobres, o poco menos, podemos decir las cosas con calma y sin miedo, sin temor a las consecuencias fiscales que de ello pudieran derivar. Es más, nos produce cierto regusto imaginar que tenemos un problema con hacienda y capacidad y solvencia para arreglarlo. Pagaríamos con espíritu generoso y en una cena de amigos diríamos que esa mañana acabábamos de regularizar nuestra situación, con recargo incluso, para rematar diciendo. ¡cómo son! Pero como somos pobres, o poco menos, no tenemos ese problema. Ni tenemos margen para la irregularidad ni la cadena de corrupción nos ha enganchado. ¡Ni para eso! Quizás vayamos tarde.
            Por lo demás, bien. El fútbol nos ocupa en tareas verdaderamente importantes, como la de los papeles de Rulli, que parecen incautados en la guerra civil y que el Archivo de Salamanca, ese maldito estado, no nos los quiera devolver. Gritamos para quien nos quiera oír que no somos más ridículos porque no queremos, una cuestión de voluntad, de decisión, no de fatalidad. Y, eso sí, aplaudimos al delantero, punta de nuestra usurpadora y decepcionante vanguardia social, aunque nos defraude millones o maltrate a sus novias. Si es gol es gol, ¡oye! ¿cómo no me voy a sentir perseguido?

Pero no hay motivo para el pesimismo. Parece ser que en San Sebastián han identificado a un joven que alquilaba, el muy golfo, su vivienda de protección oficial pagada por todos nosotros, eso dicen. Y alguno más también. La sociedad ha reaccionado y ha emprendido una campaña político mediática contundente. Incluso el alcalde se ha puesto a su cabeza. Han prohibido diferenciar a jóvenes pícaros supervivientes y jóvenes codiciosos y avariciosos, que los hay. Está claro que no soy joven.

viernes, 8 de julio de 2016

EZ BADA

EL DIARIO VASCO 8-7-2016

            Berezkoa zer izanik ez duen joera dugu euskaldunok. Beste guztien ezberdinak garela pentsatzekoa. Hala gara eta arrazoi dugu. Baina ez gara hori gertatzen zaien bakarrak munduan; horretan beste mundutar guztien berdinak gara. Arrazoia galtzen dugu, halakotan mundu guztiak galtzen duen bezala, ezberdinak garela pentsatu eta uste izateko joera hori derrigorrez ezartzen dugunean. Baina ezberdinak gara bai eta geure artean ere, alegia ez gaudela bi euskaldun berdin, eta ez dakit horretaz konturatzen garen. Andaluz baten aurrean bi euskaldun jarriz gero hiru pertsona ezberdin ikusi behar genituzke, ez bi giza multzo ezberdin. Elkarren arteko, euskaldunon arteko, ezberdintasunak aitortzen eta identifikatzen ikasten lan handia daukagu.
            Hauteskunde emaitzen harira irakurtzen ari garen iritziek jartzen dute zer esanik honetaz. Espainiako beste lurraldeetan ez bezala, hemen eta Katalunian Podemos izan da lehen indarra. Batzuei proposamen nazionalisten gainbeheraz hitz egiteko balio die eta nazionalistei euskaldunok gainerako espainiarrekiko dugun ezberdintasunaz, ez espaniartasuna barne, hitz egiteko. Udazkenak ekarriko omen ditu hemen hauetan gauzak bere lekura. Nik neuk inolako lekuz kanpokotasunik ez du ikusten.

            Hauteskunde emaitza hauek kritikatzea oso da zilegi; neuk ere ez ditut gogoko. Emaitzak kritikatzea da bat, garaipena aintzat ez hartzea bestea, eta okerrena, onartezina, podemostarrak kritikatzerakoan erabiltzen ari diren gezur eta ukazioak dira. Ez direla hemen jaioak dioenik, euskalduntasuna lotsagabeki ukatu dienik ezagutzen dut. Kritika politikoa egiteko espainola dela esatea argudioa xenofoboa da nahiz eta tradizio demokratiko handiko alderdietatik egin. 

viernes, 1 de julio de 2016

SU BUZO

EL DIARIO VASCO 1-7-2016

            Aquellas primeras protestas contra una de las incineradoras propuestas tenían aires señoritos, de gente que presumíamos molesta por la proximidad de la instalación más que por la opción política y técnica. Es decir, que nos parecía ver claro que si se les alejaba el trasto dejaría de protestar. No se me han borrado de la memoria aquellos domingos de regatas con las aguas de La Concha haciendo flotar a embarcaciones deportivas, con pancartas de rechazo, tan interesadas, casi, en la denuncia como en la conquista de la bandera por Hondarribia.
            Luego la lucha contra la incineración adquirió otros tintes, se volvió en un cuestionamiento de nuestro modelo socioeconómico y políticas ambientales. La lucha parecía más ruda, más de zapatilla y pancarta de pvc, barbuda y ecologista, pateadora de manifestaciones y concentraciones. Nadie puede negar que hubo quien agitó ese fantasma del miedo que hoy han hecho renacer. Las fachadas y ventanales de las primeras líneas de playa asistieron mudas y relucientes, elegantes y armoniosas, a estos espectáculos. Ni pancartas, ni afiches.
            Hoy, como ayer, pasean visitantes y naturales con miradas de sana envidia a esas fachadas, imaginándose leyendo en la ventana, sorbiendo un martini en el balcón, contemplando la bahía. Hoy, cual anuncio inmobiliario, gotean por esas fachadas banderolas gualdinegras rechazando ese transporte público papanatísticamente llamado metro y sin embargo necesario. Denuncian, ¡oh paradoja! faraonismo.

            Creo que todavía vive aquel mecánico que soñaba con el premio gordo de la quiniela, comprar un piso en la bahía y tender a secar su grasiento buzo en uno de esos balcones.