viernes, 30 de septiembre de 2016

'TUG OF WAR'

EL DIARIO VASCO 30-9-2016

           El cementerio de Nuarbe no tenía apoyo municipal e iba a cumplir un año acogiendo los restos del fusilado Otaegi. A petición del cura, el DV de entonces me coló una información discretamente ambigua con objeto de recabar algún dinerillo al camposanto. El todavía alcalde franquista me pilló en la calle en la antevíspera del aniversario del fusilamiento y ante una tercera persona me dijo: ¡Este chico es idiota, vierte todas sus iras contra el ayuntamiento de Azpeitia! Al día siguiente, domingo, dimitió y se fue a los toros de San Mateo en Logroño.
        A primeros de mes y en el apartado “Afueras” del Tratado de Paz, programa de la Capitalidad Europea, el artista Juan Luis Moraza, al reclamo de la proyección de la sokatira en el pueblo, ha realizado la performance Tug Of War culminada con una preceptiva sardinada. El responsable de Tratado de Paz, que ha situado a Nuarbe entre Tolosa y Azpeitia -todo lugar de la tierra se sitúa entre Tolosa y cualquier punto geográfico- ha dicho que la sokatira se convierte en una escenificación de un conflicto territorial, esencializado en una representación deportiva, y que minimiza la violencia al transformarla en un catalizador de la convivencia. Y se ha quedado tan ancho, inducéndonos a la reflexión y al pensamiento crítico.
         Allá siguen, en tierras ya municipales los restos del fusilado. Hoy un niño o niña de Nuarbe vive a siete kilómetros de un diccionario de inglés o de un libro de relatos de Iban Zaldua en estantería pública. Caso de que quisiera acceder a ellos debería renunciar a su transporte escolar. Todo funciona mejor, incluso la duda sobre la conciencia crítica del arte contemporáneo. 

viernes, 23 de septiembre de 2016

ORADORES

EL DIARIO VASCO 23-9-2016

         Estaba presa la libertad y, por tanto, prohibido votar. Y aunque cueste creerlo, mucha gente, pero mucha, vivía tan tranquila y sin que ello le importara demasiado. Por no hacer nada, ni criticaban. Tras años de anhelos, trabajo y dura lucha, llegó la libertad, las libertades. Pudimos votar. Descubrimos que el hecho de votar conlleva más incompatibilidades de lo que creíamos con los apáticos. Ya desde la primera se volvieron activos críticos con lo que parecía el primer fundamento de la democracia. Decían preferir aquello de mejor todos a una que tener que elegir entre opciones que ellos consideraban iguales, todos lo mismo. Siempre ha habido gente incapacitada para digerir la pluralidad, gente aferrada al discurso más tabernario.
         Ese discurso sobre el aburrimiento y pesadez de las campañas, esa perorata que no habla más que de ladrones y aprovechados, esa cantinela que repica que las elecciones son un castigo, ese miedo a la libertad que fuma, bebe y engorda entre nosotros, esa pereza para pensar, para decidir, ese resentimiento, esa envidia, esa falta de respeto, esa ranciedad, esa mala educación, ese gamberrismo disfrazado de rebeldía, esos oficios, esas misas, esos ritos…

         Es que no es posible que más allá de los más que razonables argumentos de la decepción y del aburrimiento se muestre tamaña animadversión al hecho democrático por parte de gente que lleva siglos con la misma misa, el mismo sermón, la misma parábola, la misma rutina. Si no es porque no les gusta la democracia tiene que ser porque no se enteran. Malas cosas ambas.

viernes, 16 de septiembre de 2016

GORABIDETAN

EL DIARIO VASCO 16-9-2016

         Han zihoan, auto atzea kargatu eta bolantean aurrez egin behar eta egin gabe zeuzkanak eginaz: gerrikoa lotu, antioju beltzak jantzi, belarriko minik gutxiena eragingo zion emisora harrapatu, eta garaiz egin ezean arriskutsu bihurtzen diren horiek guztiak eginaz. Atzeko jarlekura zerbaiti heltzera edo eustera beso bat luzatzea besterik ez zuen falta. Industria poligono bat, larunbata, eta ia ez jenderik eta inolako ibilgailurik, beraz ez eta arriskurik ere, salbu eta berak, nahaste ikaragarriren batean, bazterren bat jo edo bidetik kanporakoa hartzen ez bazuen; hala ere abiada hartan...
         Denak zuzen, asteburu ederrak eragin ohi duen lasaitasun horrekin zihoan, ez bolantean zakur amorratu edo otso ero bihurtzen diren horiek bezala. Tupustean eta muturren aurrean hiru neskatilak gurutzatu zioten errotonda erdiz erdi. Ikaratu egin zen eta hala ere aukerarik onena egiteko kapaz izan zen, frenatu eta isil isilik iraun neska izutuok bide bazterrera, salbazio eremura iristen ziren arte. Aurrera egin zezakeen deskalabru bat eraginaz, baina garaiz jabetu zen. Metroak lehenago, bozinaka eta orroaz hasi zitekeen neskei abisu emanaz, paseak pasa arrazoi duela adieraztea besterik nahi izaten ez dutenek bezala.

         Ikaraz egin zuten korri bi neskatok, hirugarrenak “eta zer?” aurpegia melena artean jarri eta, bere gorabide hasiberriko gaztetasun guztiak zut, desafioz bezala begira, lasai arraio jarraitu zituen bere pausoak. Haren kideei deitzea pentsatu zuen eta harako hari burukoek urdailera jotzen ziotenean ere berak gizon eta laguntzaile jarraituko zuen abisua ematea pentsatu zuen. Baina hori noiz gertatuko ote da? Eta, bera, non egongo ote da gertatzen denean, haize guztiak otzandutakoan?

sábado, 10 de septiembre de 2016

Y LIBRES

EL DIARIO VASCO 9-9-2016

         El candidato y otras gentes estaban enzarzados en una discusión sobre quien era nación antes, España o Euskadi o viceversa. Les mostré mi extrañeza por esa preocupación. Me mandaron a estudiar, a documentarme, o sea, a freír espárragos y hubo quien me comparó con alemanes indiferentes a los brotes nazis. Es esta triste vida.
Y en eso llegó el paso de la Vuelta a España por San Sebastián. Con la expectación de quien el ciclismo es el deporte de sus entrañas y con ojos con prisma de que Perurena es la firma, la única firma, salí a la calle. Fue larga la espera. Era la calle San Martín repleta de gente en las dos orillas. Pasaron los coches, las motos, banderines, rótulos, incluso gente que le gusta que la vean. Los espectadores rezumábamos un punto de felicidad. Los había curiosos, nostálgicos, festivos… Al contraluz, las figuras de los ciclistas se me hacían grandes según se me aproximaban, apenas se les distinguían los colores hasta que no estaban a la altura de uno, aparte de que los negros están de moda. Pasaron. Pasaron con ese ruido, fluido ruido del pedaleo de un pelotón, creo que es lo más bonito del ciclismo. Me colmé de emoción, aquella emoción infantil. ¡Qué viejo estoy! Y, aunque manco, aplaudí a rabiar hasta a los coches de los mecánicos. Éramos gentes que libremente aplaudíamos a unos deportistas que pudieron pasar, al fin, libres entre gentes libres, como casi nunca lo habían hecho. El candidato, bloqueado en sus trece, seguía en las redes sociales y subió una foto que decía: La Vuelta a España pasando por San Sebastián (España).

         Me apena mucho que gente que, libre al fin, ha perdido la capacidad de identificar la libertad, de disfrutarla y de llamarla por su nombre.

viernes, 2 de septiembre de 2016

PEDAGOGIAS

EL DIARIOVASCO 2-9-2016

         Lo más honrado sería hacer un uso pedagógico de las conmemoraciones en torno al asalto, violación, incendio y posterior reconstrucción de San Sebastián. Independientemente de que, hoy, ser honrado no parece una obligación, no por lo menos tanto como esos aurreskus, ezpatadantzas y misas con txistularis que prodigan no menos que en cualquier otro tiempo sin libertades. Pero esto es un detalle sin demasiada importancia en comparación a ese espectáculo, mascarada, que protagonizan esos machotes con libido artillero que se exhiben como un desviado cualquiera. Les da lo mismo conmemorar lo que sea, la toma, la fuga, el trece, el treinta y uno, la muerte que la resurrección, con tal de desfilar con marcialidad apática y desidiosa, disparar, provocar explosiones, estruendos. Me parecen ridículos adultos que juegan infantilmente a guardias y ladrones, a indios y vaqueros, a soldados polvorosos, pero muy polvorosos.

         No soy quién para censurarles su afición ni para negar legitimidad a sus gustos y prácticas. Cada cual se divierte como quiere, siempre que no incordie al resto. Pero entender, por ejemplo, que esa forma de hacer el gamba, con petardos y cohetes, es recordar a aquellos que dieron su vida por Donostia me parece una agresión cívica y un desprecio infinito al rigor histórico. Que se diviertan como quieran, incluso, así como lo hacen, pero que dejen de llamar a eso reconstrucción, por respeto a la memoria de quienes decidieron levantar la ciudad, y a quienes exigimos que se les aplique con rigor extremo la ordenanza de ruidos, y también a los que claman que se les recluya en la unidad de sonados. También merecen respeto.