viernes, 26 de mayo de 2017

CONGRESO

EL DIARIO VASCO 26-5-2017

         Ni aquellos facultativos con inclinaciones al alcohol o la morfina contribuían a menoscabar la imagen que la infancia y la literatura me habían hecho conformar de los médicos. Gente filantrópica, personas que, fuera de su ejercicio, dedicaban su ocio a pensar sobre problemas del género humano. Puede que filántropos de rebotica, trastienda o casino, que lo serían, sí, pero gente con las que podías compartir inquietudes, intercambiar impresiones. No negaré que hubo quienes borraban todo vestigio filantrópico con sus modos cuarteleros en el sistema público, hasta el punto que hubo enfermos que no sabrían especificarnos si estuvieron presentes ante el Tribunal de Orden o Público o en la Residencia Sanitaria.
         Llegó otra generación que se me hacía menos amable, menos de fiar. Los llegué a ver como gente sin inquietudes, si rebotica, trastienda, ni casino, a lo sumo con sociedad gastronómica. En mi distorsión los vi como profesionales modernos y eficientes, anémicos intelectuales carentes de inquietudes humanas, gente que dedicaba su tiempo libre al esquí y su ritual. Nunca llegué a despreciarles del todo porque la salud, amigo, no puede depender exclusivamente de los prejuicios. Hoy, ya mayor, la necesidad me vuelve comprensivo y guardo complicidades con ellos.
         Pero siempre puede uno topar con un congreso que lo supera todo, el de la pasada semana en nuestra ciudad. De avances habrán hablado, de salud también, y de  más cosas. Pero en mi memoria queda esa exhibición ostentosa de su capacidad de gasto, ese aplauso mediático papanatas que les hemos dispensado por ello y la oportunista opinión del presidente de su comité científico objetando ante los derechos al aborto y a la eutanasia. Impresionante.


viernes, 19 de mayo de 2017

PASAPALABRAS

EL DIARIO VASCO 19-5-2017


Todas aquellas personas dedicadas a la cosa pública deberían afanarse en hacer las cosas no bien, sino perfectas. Perfectas hasta en las palabras que designan o identifican las tareas, proyectos y programas que acometen, culminan y ponen en práctica. Dicho en vulgar, poner nombre a las cosas, nombres perfectos. Por ello el empeño les honra a aquellos políticos que se baten hasta la extenuación para que proyectos y entidades tengan el nombre más adecuado. Hay que saber presentarlo y presentarse.
Soy de los que cree que la pasante ferroviaria que atravesará el centro de San Sebastián es una respuesta lógica y razonable a una necesidad que viene de lejos. Evidente que dentro de lo razonable entra lo matizable, pero la necesidad básica no tiene matiz. Por tanto digo sí aunque no esté seguro de que se lo diga al metro, al topo o al tren. Cualquiera de los términos tiene su lado caricaturizable y ridiculizable que sacrifico estoicamente a favor de la prioridad de la obra. Les honra a nuestros rectores el afán en la búsqueda de un término adecuado.
Con todo, resulta sonrojante ver como se entabla pública cruzada a favor de un nombre u otro, y desalentador el verse obligado a pensar que hoy la política, la responsabilidad sobre la cosa pública, la hemos convertido en eso, en pasapalabras, veo-veos y saber y ganares que, irresponsablemente, pueden hacer que acabemos desnutridos porque, en e mejor de los casos, llegamos tarde a la cena, o no llegamos



viernes, 12 de mayo de 2017

NO OLVIDAR

EL DIARIO VASCO 12-5-2017

         Sigue viéndose la escultura de Eduardo Chillida en el mundo allá donde pueda haber interés por verla y haya personas, entidades o instituciones que promuevan y faciliten esa posibilidad. Esta semana nos la anuncian en los estados de Missouri y Florida. No consigo reaccionar a la noticia en el desconcierto producto de la envidia, del deseo, de la impotencia y de la ira. En Gipuzkoa, sede de artista y obra, se volvió inalcanzable, la hemos encerrado y encarcelado por indiferencia ciudadana y desprecio institucional. Es terrible.
         Con la nota de mayor desprecio a la cultura que yo conozca zanjó la Diputación de Gipuzkoa las negociaciones con la familia del escultor, propietaria de la obra y responsable de su cuidado, mantenimiento y difusión. Despachó el asunto de la forma menos didáctica de las posibles. Hoy reina en Gipuzkoa y en Euskadi un desprecio a la cultura que es de escándalo. Puede que la inviabilidad económica sea el factor decisivo, pero de ser así alguien se debería haber preocupado de decirnos a la ciudadanía guipuzcoana y vasca que, con todo, ese imposible, y más, alcanza el valor de la obra. En su lugar se prefirió difundir la sospecha de un señoritismo insaciable que aspiraba a sacar tajada de la situación.

         Hoy tenemos a Chillida incomunicado, vetado, encerrado ¿qué es lo que hizo mal aquel señor, magnífico artista y persona, para condenarlo a ese insultante y ofensivo olvido? ¿qué es lo que hizo mal para no alcanzar rango de deportista limosnero, gastronomista de temporada, misionero indigenista o hazañista espectacular? ¿Por qué la ciudadanía tolera esa afrenta? ¿Será que callamos por atrasados, que diría aquella, y olvidamos por indocumentados?

sábado, 6 de mayo de 2017

ETA HIL

EL DIARIO VASCO 5-5-2017

         Dena kolorina, ikurrina, lauburua eta abar ziren garaietan zuri beltzeko pegatina bat egin zigun. Kosta zitzaigun konbentzitzea baina konbentzitu egin genituen geure buruak eta inprimatu eta martxan jarri genuen. Orla zuridun borobil beltz haren barrenean, eraikin sorta txiki bat eta kanpandorre bat ageri ziren. Azpian Urrestilla herri da irakur zitekeen. Sasoi hartako afitxe, pegata, kartel, banderatxo, zintzilikario, panfleto eta paper anabasan Juanbak egin ziguna ikusiko ez zuen begirik ez zen. Noiznahi nonahitik ikusten zen. Hura paparrean genuela azaltzen ginen edozein lekutara eta beti, baina beti, galdetzen ziguten zer esan nahi zuen hark? Eduardo Chillida bera ere eske zuzendu zitzaigun. Oraindik bizi da, oraindik erabiltzen dugu, nahiz eta ez dugun beti behar bezala tratatu.
Trastekeria guztietan sozio izaten genuen. Oh euzkadi! aldizkariaren aurrekarietan autonomiaurreko jaurlaritza osatu zen, Eusko Kontseilu Nagusia. Kultur sailburuari elkarrizketa zela egokia esan zuen gure arteko zaharrenak eta zuhurrenak. Josetxo Lizartza, onarenak eginaz, eta neu, nola ez, gaiztoarenak, joan ginen koadrilako bat argazkilari hartuta. Sailburuak agurtu, piska bat itxoiteko erregutu eta bulegotik beste norabait irten zuen. Argazkilariak oraindik ere inoiz nahastu ez zaion ilea orraztera atera zela hura, erabaki zigun. Esperoan kaxoi eta armairu barru, mahai, apala, paper, gauza guztien argazkiak atera genizkion. Bai eta mahai gainean zapata eta guzti zutik jarri ere. Ez zegoen eta ez genuen erretratatu balioko ezer, geure transgresio borondatea besterik.

Argazkilari hura Juanba Berasategi zen. Bizi osoa halaxe bizitu ondoren hil egin zaigu. Transgresioa, bizipoza, ezadostasunetan ere.