viernes, 29 de junio de 2018

A MANADAS

EL DIARIO VASCO 29-6-2018


Parece ser que fue acusado de algún delito sexual y la denuncia no prosperó ni en el ámbito policial ni en tribunales. Salvo rumores ya no hubo noticia pública de él, ni certeza alguna. Acudió a las fiestas del pueblo vecino. De madrugada fue a tomar alguna bebida en la txosna de la comisión organizadora. Le negaron el servicio y le conminaron a abandonar el pueblo. La txosna encendió las luces de cierre y el grupo musical interrumpió el concierto. Tengo entendido que abandonó la plaza en medio del silencio condenatorio.
No acabó ahí; acudió a uno de los bares del pueblo donde volvió la conminación a abandonar el pueblo y a negársele el servicio. Volvieron a encenderse las luces y callar la música. Parece ser que al fin consiguieron que se largara el reo del populismo punitivo.
Desde que me lo contaron no he hecho más que volver a contarlo y discutir, discutir y acalorarme hasta callar. Me niego a pensar que no haya nada que hacer. Me niego a creer que las largas vísperas del holocausto europeo no empezaran con persecuciones de ese estilo. Tampoco ellos tenían ninguna duda de a quienes asistía la razón. Me niego a aceptar que la justicia es una utopía, un imposible. Me niego a coincidir con gente que da alas a sus fobias aprovechando la coyuntura más ventajista. No acepto que la frivolidad mediática, la ignorancia jurídica, la épica del linchamiento y el castigo popular sean nuestra justicia.
Es horrible, y de consecuencias y riesgos incalculables, que gente aparentemente serena, gente con cerebros bien armados, vayan propagando que la denuncia es inútil, que mejor no hacerlo. ¡Manadas mil!


viernes, 22 de junio de 2018

PARTE ZAHARRA BETI

EL DIARIO VASCO 22-6-2018

Autonomia abian jarri genuenetik euskaldunen kopurua hazten ari bada ere, zenbaiti, herri txikietako erroldetan bistaratzen diren erdaldun kopurutxoak direla eta, kontrakoa iruditzen zaio. Asko legoke hitz egiteko eta behar litzateke hitz egin horretaz baina...

Etengabeko leloa da erabilerak gutxira egiten duenarena. Nire inpresioa da, negarrerako geureganatu dugun zaletasun tamalgarri horren eragina gehiago dela benetako gertaera baino. Baina edozeinek esan dezakeenez intuiziorik hoberena baino ikerketarik txarrena fidagarriagoa dela, utz dezadan kontua ni ez naizela oso fio esanaz, besterik gabe.

Donostiako Alde Zaharra da historikoki neurketetan lotsagarri azaldu ohi dena, hor beti behera egiten du euskarak. Hala diote behintzat, eta iturri ofizialek sinesterago jotzen dute ez sinestera baino. Ez dut ahaztuko zinegotzi egin nintzenean, duela hogeita hiru urte, euskararen, ustez, kontrako gorabeheren erru guztia egozten zidatela oraindik ere beren burua euskalgintza izenaren aterpean babesten duten euskaltzale pilo batek eta jende gehiagok. Neurtzaileek zioten autobidea zabaldu zela eta nafar asko iristen ari zela Alde Zaharrera (sic) eta erdara ugaritzen ari zela. Idazteko ausardia izan zuten. Ordutik hona neurketetan euskarak behera egindakoak batuz gero, desagertua behar luke guztiz, alde zaharrean eta inguruetan.

Novoneyra galegoarena izango da agian. Bere poemak euskaratuta ikusi zituenean bera eternoa zela erabaki zuen, zeren hainbeste galera eta galera eragile pairatutako hizkuntza ez zela hilko zioen, parte zaharrekoa bezala.



lunes, 18 de junio de 2018

Y ELLAS

15-6-2018 EL DIARIO VASCO


Móises, no Moisés, era exageradamente formal. Se fue a trabajar a Eibar y fundó familia. Vestía limpio, y también de domingo, no era tabernero y era asiduo a todos los oficios religiosos. Había otros hombres de ese estilo, a uno lo llamaban talán, como el tañido de las campanas, pues en cuanto oía una arrancaba hacia la iglesia para acudir a la función que anunciaba, fuera misa, rosario o triduo.
Móises, otra vez en el pueblo, cuidó de los últimos años de su madre. Su perfil humano no era el de mayor prestigio en aquella época de desarrollo y prosperidad económica. El derroche y el despilfarro se imponían a la sobriedad y la austeridad. Aquel reaccionario con voz y voto en las mesas de cuadrilla y chiquiteo, fijaba, sin ningún sonrojo, su personal hito universal diciendo que el feminismo se inventó cuando Móises y esta gente se fue a trabajar a Alfa a instalarse en la pecaminosa Eibar. Aparte de cometidos domésticos invisibles, se les veía tender la ropa y similares. Ahí, decía, que empezó la perdición del mundo.
Un día de la semana pasada, el mismo en el que salías a comprar el periódico y para cuando volvías a casa te habían cambiado el gobierno, noté una profusión de hombres inusual haciendo la compra. No insinuaré que el fenómeno tuviera relación directa con la composición del nuevo gobierno y su número de ministras, pero, sí que me sé de algunos que, presa del pánico, no salieron de casa toda la semana con el fin de estar atentos al teléfono y poder contestar a la llamada diciendo que ella no estaba.
El día que este gobierno afronte su crisis final no faltarán quienes, con humor o sin él, responsabilicen de lo ocurrido a ellas. Será el progreso, el avance, otro Eibar.

sábado, 9 de junio de 2018

GUERRA

EL DIARIO VASCO 8-6-2018

Aquel que queriendo ser escritor lo hizo en dirección contraria, es decir que para ponerse a la cola en lugar de ir a Madrid se vino a San Sebastián, ha publicado un texto titulado Un Morroi Chino Con Un Higo En la Coleta Es un texto más de esos veinticinco que bajo el cartel Baroja (&yo) viene poniendo en el mercado el sello navarro Ipso ediciones, en demostración de que tenemos más Barojas que autores puedan escribir sobre él.
Yo pico siempre porque siempre encuentro, o me descubren, un Baroja exclusivamente mío, un Baroja que adoré, un Baroja que, cuando su sombra empezó a desaparecer en Euskadi, me avergonzó que me gustara y al que me querían obligar a renunciar. Afortunadamente pude acumular el valor suficiente para quererlo y conservarlo.
No me ocurrió lo mismo con el autor del texto en cuestión, Raúl Guerra Garrido. De disfrutar de sus primeras obras pasé a una indiferencia por razones ideológicas u orgánicas, aunque no dejé de leerle con el rabillo del ojo. Abandonada, de largo, la idea de la guerra entre lenguas, la vida fue implacable con nosotros, más con unos que con otros, y tuvo que aguantar violencias y censuras ante las que no se arredró. Quemaron la farmacia de su familia, lo persiguieron de forma infatigable los fabricantes del miedo y lo protegieron, ¡carajo!, aquellos que hacían desaparecer sus textos sin ninguna censura.
Hoy miro atrás y me ataca la vergüenza, los que no miran imponen. Miro atrás y veo una imperdonable falta de consideración ciudadana, de negación de derechos y de reconocimiento cívico y literario a quien ha sabido ser un vasco valiente y decidido y corre el riesgo de ser proscrito a la sombra de un folletín devenido best seller. Urge.

viernes, 1 de junio de 2018

PERSONAS

EL DIARIO VASCO 1-6-2018


Estremecen los titulares de prensa y los noticiarios. Me estremecen, también, las opiniones ciudadanas que patean la calle, tan campantes. Veo que pululan por Europa sentimientos marcados de diferencia, utilizados para que impere la insolidaridad. Miedo a las libertades; el miedo a la libertad fluye, cada vez con más fuerza, en territorios europeos abonados por la amnesia.
Que miedo dan, pánico, aquellas gentes susceptibles de ostentar una responsabilidad pública que, incapaces de admitir diversidades, coloridos y matices, insensibles a las características sociológicas, negadoras de la diferencia entre el trabajador y el patrón, antes divisan a un español que a una persona ¿Es humano apreciar en el prójimo su condición nacional antes que su condición personal?
Otra forma idéntica de divisar sólo españoles, más común en nuestros dominios, es esa forma de verlos en todo lo que no es vasco, como si ser aragonés, murciano, manchego o lagarterano fueran circunstancias, sin derecho ni apelación, borradas y diluidas en lo español. Esa manera tan irritantemente identitaria es la que practican aquellos que sienten mermada su identidad por el vecino, nieto de sorianos, más proclives a identificarse con el pintor de Ekain o el vasco de cinco mil años que con su vecino de portal no nacionalista.
Me aterra pensar en un futuro en el que los nacionales, descendientes seculares de vascos desembarcados en Terranova, Freeport o La Habana, en el XIX, puedan ostentar la facultad de decidir sobre los problemas educativos, sanitarios, laborales o de cualquier otra índole, de las personas con marca de ciudadanos, todos vascos, claro, hasta que dispongan otra cosa.