viernes, 27 de enero de 2017

¡TRANSGRESIÓN!

EL DIARIO VASCO 27-1-2'17


Aunque no nos queramos dar cuenta de ello, convivimos y competimos con muchísima gente dotada de unas capacidades dignas de admiración. Son gente, tenaz, constante, modélica. Pongo un ejemplo: mi compañero de columna Iñaki Berrio. Nos ha anunciado que a base de fuerza de voluntad y capacidad de sacrificio, sin ayudas, ha conseguido pasar veinticinco años sin probar las angulas, un vicio del tiempo de la peseta. Es sencillamente admirable; aplausos sin fin para el colega. Por hechos y personas de bastante menor mérito nos hemos solido romper las manos. Nos gustaría acudir a la conmemoración de ese XXV Aniversario Sin Angulas, pedimos un acto abierto, aunque haya que pagar.
Me ha hecho recordar aquella cena de concejales con ciudadanos reconocidos con medalla, también entonces se reconocía a un cura, en la que como era habitual estaban las angulas ausentes. Uno de los concejales, buscando la adhesión y aplauso del cura, sin haber reparado antes lo que a este le agradaba la buena mesa, proclamó, tan solemne como ridículamente, que su ética y moral católica no le permitían comer angulas. El cura tiró de doctrina y le espetó: ¡Hombre, también son criaturas de Dios!

            Por no ser menos también he tenido mi personal conmemoración, diez años sin una miserable calada de tabaco, recayendo solo mientras sueño. Cuatrocientos mil cigarrillos que he dejado de encender, uno tras otro forman una cadena que va desde el Boulevard hasta San Juan de Luz. Solo ante la historia, ¡y que historia! Decía Ana Belén que hoy, en comparación con nuestros tiempos, para transgredir basta con salir fumando en una entrevista de televisión. Las ganas de pedir una oportunidad para transgredir… ya.

viernes, 13 de enero de 2017

CARNALIDADES

EL DIARIO VASCO 13-1-2017

Ya no están en vigor ni la picota ni la inquisición. Son elementos innecesarios a la hora de infringir un castigo, lo merezca o no, a alguien. Basta con los medios de comunicación y las redes sociales. No por necesaria -lo será, digo yo- deja de resultar brutal e inhumana la manera de someter a pública exposición a sospechosos, reos, penados y demás gentes. Me arriesgo a decir que me abruma hasta la compasión la exposición pública del sacerdote guipuzcoano condenado eclesiásticamente por abusos sexuales.
Si bien parece que el pecado o delito cometido por éste es el pecado original, sin concretar grado, entre el término abuso utilizado por los afectados y el de tocamiento utilizado por la diócesis, su repercusión no tiene precedentes entre nosotros. Ningún otro “tocamiento” ha sido objeto de semejante despliegue informativo ni, en comparación, habrá delincuente sexual en Euskadi con tanta atención mediática. ¿Será por actuar en justa correspondencia con la obstinación de la iglesia católica en hacernos limitar las prácticas sexuales a la sola función reproductora y no más que en sagrado matrimonio? No lo sé. Desde luego que la humanidad es otra desde que descubrió los cometidos lúdicos y lúbricos del sexo, más divertida, aunque más complicada, y la persona mucho más racional, aunque igual de animal, a pesar de miles de motivos para afirmar lo contrario.

¿Por qué los anónimos afectados a quienes los sucesos condicionaron sus vidas llaman a salir a la luz a las posibles víctimas ocultas? ¿Es la renuncia a la justicia y el recurso a los tribunales eclesiásticos la forma de que se haga la luz? No todo es sexo en esta vida.

sábado, 7 de enero de 2017

ESTUFAS

EL DIARIO VASCO 6-1-2016



Los bueyes llegaban al pie de las escaleras del pórtico. Allí descargábamos la leña para la estufa de la escuela de aula única, niños mañana, tarde las niñas. Se usaba para calentarnos, un decir, nos calentaban más a palos, y ocasionalmente el maestro sordo también calentaba la pila agotada de su audífono. La leña corría hasta la leñera, de brazo en brazo, en la larga cadena que formábamos los escolares, futuros genios de Urrestilla, todos sin excepción.
El maestro castigó sin recreo a los chavales de una vertiente de caseríos y alguno más, hoy todos gente de provecho. Ni eran mala gente, ni amigos de la escuela, ni hablaban castellano, ni hacían cosas que al resto nos parecieran raras. Eso sí, a la vuelta del recreo nos encontramos que se habían meado a la estufa, memorable fechoría. Sí que me asustaba su fuerza en tiempos en que a los más pequeños nos zurraban los más mayores sin temor a que los adultos les pidieran cuentas. Uno de aquellos, ni sádico, ni violento, pero mayor que yo, cruzó la calle con sus abarcas y burro, aprovechando la impune soledad me insultó: ¡ojos cuatro! Yo era el único gafoso de siete años en el pueblo.
Leo Rondó para Beverly, escrito por John Berger a su esposa fallecida y escucho el rondó de Beethoven que lo inspiró. Berger recuerda el banco en el que se sentaba con ella. El ayuntamiento lo había plantado en la parada de autobús para los niños de un caserío. Ellos, adultos, se sentían raros porque los pies no les llegaban al suelo.
La probabilidad de que estos últimos días de vacaciones nuestros gobernantes no hayan dado la orden de calentar con antelación las escuelas me aterra. Pensar que puedan sentir frío hace que mis pies no lleguen al suelo. 

lunes, 2 de enero de 2017

POS2016

EL DIARIO VASCO 30-12-2016


El año 2014 la palabra del año para el diccionario Oxford fue vape, que significa el acto de inhalar y exhalar el vapor producido por un cigarrillo electrónico. El 2015 la palabra fue un emoticono que no me extenderé en describirlo pero que sí remarcaré que el hecho es muy siginificativo. En esas andamos cuando el 2016 la palabra elegida como la del año es posverdad. Esta palabra al parecer denota circunstancias en las que los hechos son menos influyentes sobre la opinión pública que las emociones o las creencias personales. Ya la estamos liando.
Trato de documentar la palabra en castellano y, salvo excepciones, no hay rastros hasta este mismo año, hasta muy a finales. Google apenas ofrece algo más de doscientos mil registros. Por el contrario, empieza a haber jugosas divagaciones que, a falta de lecturas más relajadas y escrutadoras, me cuesta resumir. Fundeu, la página de español urgente cita un par de ejemplos hermosos: La sustancia fundamental de la ‘Post-Verdad’, corrompida y corruptora, es justamente que la verdad ya no importa» o «La comunicación ha entrado en una era que los expertos definen como la de la ‘post verdad política’».

Post ya no significa tras o después de. aporta la idea de que lo que queda atrás está, de algún modo, superado. Nos llega, dejando atrás el 2016, el 2017. Dicen que de esta llegamos al nivel anterior a la crisis, es decir menos parados, más empleo, más recursos… jauja. Menos pobres, más paz e igualdad, menos crímenes, incluso la reforma de Anoeta ¡Lo que puede ser eso! ¡La repera! Propongo que lo llamemos pos2016 en lugar de año 2017. Y el que viene, de nuevo, un sansilvestre más.