viernes, 12 de mayo de 2017

NO OLVIDAR

EL DIARIO VASCO 12-5-2017

         Sigue viéndose la escultura de Eduardo Chillida en el mundo allá donde pueda haber interés por verla y haya personas, entidades o instituciones que promuevan y faciliten esa posibilidad. Esta semana nos la anuncian en los estados de Missouri y Florida. No consigo reaccionar a la noticia en el desconcierto producto de la envidia, del deseo, de la impotencia y de la ira. En Gipuzkoa, sede de artista y obra, se volvió inalcanzable, la hemos encerrado y encarcelado por indiferencia ciudadana y desprecio institucional. Es terrible.
         Con la nota de mayor desprecio a la cultura que yo conozca zanjó la Diputación de Gipuzkoa las negociaciones con la familia del escultor, propietaria de la obra y responsable de su cuidado, mantenimiento y difusión. Despachó el asunto de la forma menos didáctica de las posibles. Hoy reina en Gipuzkoa y en Euskadi un desprecio a la cultura que es de escándalo. Puede que la inviabilidad económica sea el factor decisivo, pero de ser así alguien se debería haber preocupado de decirnos a la ciudadanía guipuzcoana y vasca que, con todo, ese imposible, y más, alcanza el valor de la obra. En su lugar se prefirió difundir la sospecha de un señoritismo insaciable que aspiraba a sacar tajada de la situación.

         Hoy tenemos a Chillida incomunicado, vetado, encerrado ¿qué es lo que hizo mal aquel señor, magnífico artista y persona, para condenarlo a ese insultante y ofensivo olvido? ¿qué es lo que hizo mal para no alcanzar rango de deportista limosnero, gastronomista de temporada, misionero indigenista o hazañista espectacular? ¿Por qué la ciudadanía tolera esa afrenta? ¿Será que callamos por atrasados, que diría aquella, y olvidamos por indocumentados?

No hay comentarios:

Publicar un comentario