viernes, 16 de febrero de 2018

A FEBRERAZOS

EL DIARIO VASCO 16-2-2017


Desde Mondoñedo a Santiago, fuimos a la iglesia de Santo Domingo de Bonaval, Museo del Pueblo gallego, con prisas y haciéndose de noche. Portábamos un ramo de flores que habíamos utilizado para representar una ofrenda floral a Álvaro Cunqueiro y otra a Leiras Pulpeiro. El mismo ramo nos sirvió para hacer las respectivas ofrendas a Rosalia, Castelao, Brañas, Cabanillas y Fontán en el Panteón de galleos ilustres. A punto estuvimos de hacer valer el ramo para futuros escritores difuntos, hubiera sido una polivalencia mezquina.
Todos los febreros, de años aquí febrerazos, dedicados a llorar a los ausentes de aquella nuestra tierra ensangrentada, hoy hermosa plaza liberada, me viene a la memoria aquel ramo de flores y aquella gira, asaz tramposa, de lápida en lápida ilustre. Me embarga la sensación de que esos paseos luctuosos de nuestros dirigentes, de camposanto a camposanto, de lápida a lápida, invitan más a la memoria ritual que al sincero y necesario ejercicio de llanto y memoria por los ausentes. Al igual que aquellas oraciones, que de tanto repetirlas, se nos convirtieron en sonsonetes incomprensibles e inadecuados a nuestros sentimientos contemporáneos, puede ocurrir con esas rituales rutinas que más que alguna grandeza de nuestro pasado delatan cierta miseria de nuestro presente. ¿No cabe expresión de nuestro sentimiento ciudadano menos luctuosa y patética, y más reflexiva, didáctica y espontánea?
      En Mondoñedo yacen los restos de Leiras Pulpeiro, médico y escritor republicano. Un compañero suyo de casino corrió, ¡menuda cuesta hay que subir!, hasta su tumba y gritó: ¡Leiras, Leiriñas, chegou a república! Y besó su lápida. Por ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario