sábado, 16 de junio de 2012

DUDOSO


        DV 15-06-2012
            Siempre le queda a uno la duda de no haber actuado con la suficiente entereza y dignidad, de no haber estado a la altura de las inevitables exigencias. Puede no importar cuando se trata de uno mismo, pero cuando puede afectar a otros, silenciosos otros, aprieta la congoja.  Surge la duda de si se ha contribuido a la devaluación de una causa que requiere justicia y sin la cual es irreparable, o de si se ha sido condescendiente y complaciente con actitudes a las que no les correspondía ese derecho ni tratamiento.
         Tuve un encuentro de buena voluntad no hace mucho, motivado por esa decisión de superar el pasado y de hablar de futuro entre gente que no nos hablábamos. Sin reproche alguno, resignados en el presente para poder convivir en el futuro, oí como mi interlocutor se refirió a mi deplorable pasado, -largo, pero no lejano-, arguyendo que me había tocado. Pusilánime, o políticamente correcto, renuncié al matiz y seguimos dialogando.
         Entre tanto mi mente se resistía a aceptar aquella idea de fatalidad. Era verdad que me había tocado a mí, sí, porque alguien había decidido que me tocara a mí. Otros tuvieron peor suerte en esa tétrica lotería y hoy todavía mucha gente los considera desafortunados aplastados por la historia, no otra cosa, un conflicto dicen. Todos sabemos que en esa historia, en ese conflicto, hubo gente que decidió y mucho, que dirigió el sorteo, y que está cerca el día de decírselo sin que se nos caigan los ojos. Hasta entonces, que acabará el tiempo del respeto a lo despreciable, casi todo estará pendiente.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario