El 12 de julio de 1949 se corrió la
etapa entre Pau y Luchon del Tour de Francia, que se recordará más por el
botellazo propinado, al por infinitos motivos querido, Gino Bartali,
inconsciente unos minutos, que por su ganador, el inolvidable Robic. El día 10
acabó la novena etapa en San Sebastián con victoria de Louis Caput y último
puesto de Louison Bobet. Aquel solterón, que de chico pisó suelo donostiarra
para ver la etapa, era capaz de explicar una subida de Coppi al Galibier como
si hubiera estado allí presente, sin embargo el relato del señalado día de la
victoria de Caput lo culminaba con un "primer día de mi vida que vi
desnuda a una mujer". Cosas y memorias de viajes.
Reconociendo que mi memoria de las, no
pocas, lecturas de Hemingway no alcanza profundidad literaria pormenorizada, me
atrevería a aventurar que la relación del ínclito con nuestra ciudad es más de
francachela que de observación y convivencia, es decir similar a la de mi
solterón. Por ello me asombran aquellas afirmaciones de inspiración directa y
otras menudencias que conforman el mapa del recorrido del Nobel americano. Me
asombran tanto como me enternece la escena del mustio don José de Arteche
solicitándole la cesión gratuita de los derechos de autor para la versión en
euskera de El Viejo y El Mar.
Bi y Pan, dice nuestro periódico, son
dos periodistas chinos que han recalado en San Sebastián siguiendo los pasos de
Hemyngway. No dudo de que seguirán fielmente sus pasos, esos pasos en los que
el mismo Hemingway se perdería si volviera, porque nada podría reconocer de
aquello. Ni siquiera aquella, lo dudo, nuestra pródiga hospitalidad que hoy
maltrata, a pinchos, turistas y demás ralea desde dentro de la barra de
nuestras partes viejas.
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