viernes, 11 de noviembre de 2016

ESTAR ALLÍ, ESTAR

EL DIARIO VASCO 11-11-2016


         Pocos de los que allá acudimos, al diálogo entre Saizarbitoria y  Aramburu en la librería Lagun, supongo, fuimos buscando bronca, esperando sangre o estridentes polémicas. Quizás sea por la edad de la audiencia, pero juraría que la mayoría llevábamos la intención de explorar el territorio común y las diferentes vivencias y opiniones de dos autores de referencias, expresiones, obra y estilos tan distintos. Y no pasó nada, pero nada; las diferencias no fueron letales. La diferencia que uno pudo percibir y constatar, es la de un viejo autor, un enfermo de la literatura, preocupado en explicar a los suyos con dignidad y culpabilidad el porqué de su contumacia literaria en unas circunstancias casi nunca  favorables o propicias a la creación y el de otro joven autor que actuaba con la displicencia y parquedad de profesional seguro y hecho a mostrar su trabajo en mundos en sintonía con los mercados contemporáneos. Algo parecido a la diferencia que puede haber entre vivir una historia y contarla.
         Hubo un momento de tensión, absolutamente controlada, provocado por algunas palabras de Aramburu dictadas más por el razonable prejuicio, pero prejuicio, que por los datos. Se resolvió sin fortuna y bien merece una clarificación a la que se puede proceder en cualquier momento y con distintos agentes, más en estos tiempos en los que tenemos a gala ser los campeones de la convivencia y del entendimiento entre distintas sensibilidades.

         Por cierto, Saizarbitoria departió en la puerta de la librería el momento con algunos amigos, la hija de un asesinado y el propio librero entre ellos. Aramburu, por su lado, firmó ejemplares a petición de algunos asistentes.

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