viernes, 4 de mayo de 2018

NAUSEAS Y NANAS

EL DIARIO VASCO 4-5-2018


Tras cuarenta años de persistencia del impulso político violento que causó más muertes que los accidentes laborales o de tráfico, o más, incluso que los bombardeos de Gernika y Durango durante la guerra civil, el tiempo que se tarda en desplazarse de San Sebastián a Cambó les Bains en transporte público no es muy superior al que se emplea yendo en bicicleta a quince a la hora.
Preguntarán las generaciones futuras que qué pasó y habrá silencios y respuestas de todo tipo. No mentirá quien les diga que era el aniversario de boda de sus bisabuelos que, por niños, no participaron en la guerra. Tampoco mentirán los abuelos que les digan que proclamaron su noviazgo por Santa Cruz, en las fiestas de Legazpia. Que el abuelo, en momentos de despecho, amenazaba con enrolarse en la organización. Sólo les mentirán los mentirosos y, quizás también, los que callen.
Muchos podrán decir que estuvieron allí, sí, allí, echando una mano ¡Cuánta gente buena! Gente que nunca quiso molestar, gente que no gusta observar el dolor de la fiera. Nauseas. ¡Pero algo habrá que decir! ¿Qué se consiguió? ¿A ver si matábamos? ¿por qué matábamos? Pobre del que calle.
Los operarios encargados de desmontar el tinglado podrán hablar de la resaca post fasto. Que, desempleados, les llamaban esporádicamente para trabajos similares. Que se ganaba poco, que la vida no hacía más que apretar, que todo era precario, hasta la dignidad de las personas. Que nunca faltaron señoritos a su vista, que él no lo puede asegurar pero que sí, que cree que se mató… Y habrá que seguir cantando nanas a los nietos. A no olvidar la nana de las ausencias.

1 comentario:

  1. Eskerrik asko! Ramon. A ves cuándo conseguimos que las nanas se impongan a las náuseas. Algunos parecen empeñados en ponérnoslo difícil.

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