viernes, 5 de octubre de 2012

TRADUZCA

EL DIARIO VASCO 5-10-2012


         Cuando una explicación es peor que la decisión el problema empieza a ser gordo. Cuando una cosa se explica más bien mal y se entiende más bien peor, no es que el problema sea gordo sino que es de solución imposible. Relativicémoslo y digamos que la bondad o maldad de las explicaciones es un asunto subjetivo y una cuestión de opinión y de voluntad. La subjetividad es buena pero no nos ayuda a salir del embrollo.
     Dice nuestro gobierno foral que ha dado noticia de compromisos que materializa en el ámbito del euskera. Entiendo que en ellos hay propuestas dentro de lo razonable, por discutibles que sean, y derivadas tóxicas que desbordan el alcance de la discusión. Quienes ejercen su derecho a no entender han desatado a todos esos demonios que nos persiguen con desafuero. Quienes no necesitan entender se regodean con la licenciosa satisfacción que les produce el cabreo de sus opuestos.
       Y en medio los que no queremos morir ahogados en este maniqueísmo que nos inunda e invade. Me niego a interpretar una sociedad nuestra dividida entre partidarios de una lengua u otra, es falso. Prefiero convivir con grupos humanos, cada uno en su pleno derecho, con dificultades y facilidades de entendimiento, con destrezas, torpezas e impedimentos lingüísticos y sus penurias y debilidades humanas y personales. En ocasiones me gustaría ser un sin lengua, sordo y mudo, solo para evidenciar que otros supuestos tienen derecho a ser contemplados, pero no caerá esa breva y de cuando en cuando mi melancolía se hará verbo, una desgracia, y habitaré entre vosotros.  

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