viernes, 7 de febrero de 2014

INEVITABLE

EL DIARIO VASCO 7-2-2014
         ¿Quién se lo hubiera dicho? Siempre afirmó, quizás no sin malicia, que quienes le precedieron no tuvieron ni acierto ni voluntad y que todo era una calamidad porque lo que de verdad les interesaba era exclusivamente su puchero, aunque lo calentaran a costa de los demás. También en aquella ocasión llovió a mares y el personal necesitó ayudas. La nueva autoridad se comportó como si el exabrupto climático fuera un acoso, injusto e irracional, urdido vengativamente por todos los de la coalición del mal a su estiloso gobierno.
         Se puso katiuskas e indumentaria apropiada. Junto con la alegre, numerosa y esforzada cuadrilla, se pertrechó de palas, rastrillos, azadas y más aperos, montó en la camioneta y llegó a destino en aires de romería, como dando a entender lo fácil y sencillo que puede resultar cuando se quiere y se tiene voluntad. Trabajaron duro. Fue como un aleluya sinfónico coral al trabajo comunitario, a nuestro auzolan. Quedó en más futuras y venideras brigadas.

         Se han vuelto a repetir distintas agresiones de la naturaleza, algunas afectando a las mismas personas, pero para idéntico o parecido problema no se ha recetado la misma solución. Hay alguien que no desea más brigadas jacarandosas, la autoridad o la vecindad, o no son adecuadas. Las aguas siguen creciendo sin cauce ni saber hasta cuando. En los armarios, colgarán las chaquetas, americanas, agenciadas por la autoridad, ahora en uso, junto a la antigua ropa de faena, hoy en desuso, inservible. Manifiesta que los embates de la naturaleza son inevitables, ahora, no como antes  

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