viernes, 17 de octubre de 2014

BUSEO PUBLICO

EL DIARIO VASCO 17-10-2014


         ¡Hombre, tú por aquí, entre nosotros! ¡Qué honor! Así contabas, ufano, que te habló aquel pasajero, tan sorprendido de verte compartiendo transporte público con ellos, que se pasó de parada y tuvo que bajar en la siguiente. Te honró el comentario, que valorara que compartieras servicio público, y te dolió por lo que suponía de ignorar la violenta circunstancia que te impedía compartir viaje y viajeros. Él no podía, no debía, ignorarlo.

         De entonces aquí, y en otras circunstancias, has conseguido convertirte en un habitual del servicio público, que también ha mejorado mucho, todo hay que decirlo, y ha rodado más de una cabeza responsable de esa mejora. Cada vez que tomas un autobús sientes la ciudadana satisfacción de un sistema de transporte eficaz y accesible, eficacia y accesibilidad que no han mermado ni con el cambio de rectores políticos, ni con la escasez de recursos consecuencia de la crisis. Cada vez que viajas te maravillas del servicio, igual que tu padre, en su agonía, con las atenciones de la seguridad social, nada nuevo

         Te he visto estos días en el 33, en el 40, o en los dos, satisfecho y comprometido, con el discurso a hombros. Ocho y pico de la mañana, autobús repleto, olor humano, a empleada, a estudiante, calor, condensación, fauna variada. Quién, toquitea su móvil o tablet, quién, oye música auricular procedente de aparato vigente; hay quien lleva apuntes en soporte tradicional, quien lee un libro electrónico, un evangelio ortodoxo en rústica. Observas, miras, reparas y, en cualquiera de los casos, no dejas de ser el viajero más viejo, tú y, a veces, un cura. Vaya dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario