viernes, 26 de diciembre de 2014

PALABRAS

EL DIARIO VASCO 26-12-2014
 
            La de hablar bien, correcta y precisamente, no es una facultad al alcance de cualquiera. No por ello debiéramos renunciar a hacerlo, porque entre las innumerables ventajas que comporta está la de que nos puede ahorrar problemas desagradables. Ante las afirmaciones de una persona que habla correcta y precisamente es más fácil escatir cualquier duda porque conocemos con exactitud el significado de lo que dice. He dicho “escatir”, una palabra cuyo significado y uso hemos aprendido este año, gracias al uso público que de ella ha hecho el consejero de interior de Cataluña. Debe de de ser una de las que ha cobrado vigencia en el año que se va.

Parecida suerte han debido de correr palabras como amigovio, más que amigo y menos que novio,  o doble check azul, que empiezan a hacérsenos familiares a los cien años de la primera guerra mundial.  Palabras como abdicación, califato, normalista, Ébola, han matizado su significado. No digamos nada con la palabra casta que de haber infinidad ha pasado a haber una única, la casta.

         Sé de una familia con bronca de lenguaje en estas fiestas. De acuerdo en lo que es una tortilla francesa se calentaron hasta el insulto cuando intentaron escatir si con chorizo seguía siendo francesa o no. Nada comparable con la que se montó, en el revuelo de vinos, cavas, brandys, whiskys  y rones, cunado uno de ellos afirmó ser el encargado de sacar las basuras de casa y el cuñado viejo le respondió que no estaba para indirectas. A botellazos. Aparte de que basura ya no significa lo mismo para todos tampoco debieron de separar bien. Han dejado de hablarse.

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