viernes, 24 de julio de 2015

RESPETO

EL DIARIO VASCO 24-7-2015


          Es innegable que todas las procesiones y comitivas, sin excepción, que suelen transcurrir en dirección a su correspondientes templos, por masivo que sea su apoyo social, son un vestigio de tiempos de religión única y obligatoria, de tiempos que nunca se caracterizaron por el reconocimiento de las libertades aunque en ocasiones se conmemoren heroicidades y gestos realmente cívicos. Extrañamente, no les resulta motivo de sonrojo a quienes las protagonizan, es más, proclaman que son partícipes y fieles cumplidores de alguna tradición.
         No es necesario que el lector se estremezca al leer u oír la palabra tradición, aunque motivos para ello no le falten. Pero creo obligado recordar que si las tradiciones en algo se diferencian de la historia es en que les es innecesario cualquier rigor, científico o académico. Las tradiciones lo son porque queremos que lo sean y no lo son cuando decidimos que no lo sean. Ni son un imperativo legal, ni nadie está obligado a su cumplimiento. Hará bien en discutir quien piense lo contrario.
         Debido a mis convicciones cívicas, civiles, adquiridas junto con el uso de razón política, en mis veintidós años de cargo político no acudía en comitiva cívico religiosa. Respeté y fui respetado. Hoy, duele leer y oír a gente que ha vivido la persecución de la violencia política, decir que la comitiva de la Salve debe ser recuperada porque en tiempos se cedió al chantaje de los violentos. Duele que las convicciones laicas de otros perseguidos sean pisoteadas de esa manera y horripila ver como se hace pornografía política con el sufrimiento de la violencia, de lo cual también, algún día, habrá que rendir cuentas..

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